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El PRI: Expertos En Hacer Grandes Cambios Para Que Todo Siga Igual // By @ellycastillo

By @ellycastillo

Conozco gente que lloró cuando Enrique Peña Nieto ganó las elecciones presidenciales. Entre familiares y amigos:  “¡No puede ser que el PRI regrese!”  Exclamaba amargamente, incredulamente, una amiga que ha vivido -sufrido- desde las corruptelas de Echeverría y López Portillo hasta el oscurantismo gris de de la Madrid, las devaluaciones salinistas, y la llegada de una esperanza foxiana -un nuevo amanecer que acabó siendo una extensión de la negra noche-.

En realidad yo no me tomé tan apecho el resultado electoral esa noche del 1ro de julio. Anulé mi voto porque desde ese entonces estoy harto de los

Elly Castillo es un pachuco bien cholo y más chundo con 12 años de experiencia en el periodismo michoacano quién además de ser un chichinfla bien malafacha cooordina al equipo de Changoonga.com y claro, baila el tibiritabara!
Elly Castillo es un pachuco bien cholo y más chundo con 12 años de experiencia en el periodismo michoacano quién además de ser un chichinfla bien malafacha cooordina al equipo de Changoonga.com y claro, baila el tibiritabara!

partidos y sus políticos y preferí expresarlo que regalarle mi sufragio efectivo a cualquiera. De todas formas creía -lo sigo creyendo- que ni con Josefina ni con AMLO estaríamos mejor.

Sin embargo debo confesar que al arrancar  su mandato le dí un voto de confianza a Peña Nieto. ¡Wow! Encarcelar a Elba Esther Gordillo y a un ex gobernador de su propio partido como Andrés Granier no eran cualquier cosa. Ni Chente ni Jelipe se animaron a hacer semejantes acciones ni por equivocación. A eso agreguenle su poder reformador para sacar leyes que al país le urgen y entonces, por un instante, pensé que este país podría empezar a cambiar “por las buenas”.

Pero la ilusión me duró poco. ¡Ni un año! Empecé a conocer al “verdadero” presidente Peña Nieto cuando me di cuenta de ese gen gatopardista que cargan todos los priistas. Ese gen de valemadrismo institucional ante lo que sufre y vive la gente disimulado, disfrazado con discursos que hablan de preocupación social y cercanía con la gente ; que les hace apegarse a formas -fórmulas- correctas  sobre lo que entienden por gobernar, estar por encima de los demás. Ser como un «mero jefe» intocable, aunque seas un vil regidor, diputado, alcalde o senador, con un poder que alcanza para sentirse en otra categoria aparte del «mexicano promedio».

“Siento que este gobierno en lo único que verdaderamente piensa día a día  es en como chingarnos a los ciudadanos, como someternos en todas las formas posibles, como exprimirnos lo suficiente para dejarnos siquiera sin ánimos”, se lamentaba mi madre cuando empezaron a anunciarse las reformas hacendarias, algunas tan absurdas como la facturación -computarizada- en changarros y pequeños comercios.

Al “verdadero” presidente Peña Nieto lo comencé a conocer -en su calidad como presidente pues inevitable no traer los antecedentes de Atenco siendo gobernador- cuando observé como  le valía un soberano cacahuate lo que estaba ocurriendo con Michoacán. Literalmente aquí nos estábamos matando mientras él se hacía el occiso. Ni siquiera un reclamo unánime a través de un documento firmado por todos los partidos políticos incluído el suyo sirvió para que pusiera atención al conflicto michoacano. Incluso tras los severos daños provocados por los huracanes Ingrid y Manuel en Michoacán, Peña Nieto evitó voltear para acá.

Así pues el presidente  tuvo que ir al foro económico mundial de Davos y recibir periodicazos y cuestionamientos de la prensa internacional, como hoy lo hace también, para empezar a tratar de poner orden.

Pero decía mi abuela que si en esta vida“vas a hacer el bien, procura hacerlo bien. Porque se hace más mal haciendo el bien a medias”, y eso es justo lo que Peña Nieto ha hecho en Michoacán. Es cierto, nos mandó a un gobernador de facto con todo y minigabinete, ha metido a la cárcel a funcionarios importantes, a regañadientes recluyó en un penal a un hijo de gobernador, y claro que de Michoacán ya casí no salen noticias de salvajadas y matanzas.

Claro está que el gobierno de Peña Nieto ha hecho muchos y grandes cambios en Michoacán empezando por imponerle dos gobernadores. Pero aquí, en el fondo, todo sigue igual. Principio básico del “gatopardismo”.  Dice La Tuta en su último audio difundido esta semana, que las cosas en el estado están ¡hasta peor! de cuando su organización templaria era la mera mera gobernante. Es imposible secundar una declaración así hecha por un delincuente que vivió en buena parte de sembrar el terror; pero entre la realidad que narra Servando Gómez a la que describe el comisionado Castillo asegurando que el estado pronto será potencia nacional, le creo más al Profe que al Virrey, por la realidad que veo, que palpó y que vivo, t-o-d-o-s los días.

Claro está que la chamba  del comisionado Castillo es presumir que todo va mejor, que su trabajo es notable y evidente, que se han hecho muchos cambios… pero en la realidad nada ha mejorado. Por el contrario, muchas cosas han empezando, empezando por la institucionalización de la delincuencia. Ya ven que a los priistas se les da muy bien eso de la “institucionalidad”.

Así, en Michoacán es cierto, hay grandes cambios empezando porque ya no existen las extorsiones como antes, pero los aguacateros siguen pagando cuotas “de seguridad”; los empresarios de Tierra caliente continúan “cooperandose” para mantener fuerzas rurales que los “protegen” de ellos mismos; los templarios están casi erradicados pero Los Viagra ahora llenan el vacío ante la mirada complaciente de la autoridad federal; transportistas públicos en Morelia siguen pagando una cuota mensual pero ya no de extorsión sino de protección; ya no hay matanzas espectaculares pero  la inseguridad se ha desatado en el fuero común y ya hasta por quitarte un télefono te matan en pleno centro de la capital michoacana; policías y agentes mexiquenses que piensan hacerse ricos de lo que “saquen” el tiempo que duren instalados aquí.

Desafortunadamente Guerrero vino a “robarle cámara” a Michoacán y los medios y los analistas ya sólo voltean de vez en cuando de  reojo, en espera de que salga una nueva Mamá Rosa, otro videoescándalo, conatos de violencia normalista, o alguno que otro pomposo festival, nada más para eso servimos en la nota nacional.

Sirva el contexto michoacano para  describir en buena parte el gatopardismo demostrado en los últimos días por  este gobierno federal, de este PRI, de este presidente Enrique Peña Nieto: “Cambiar las cosas para que todo siga igual”.

peña nieto arreglo floral

Al presidente, a su señora, a su familia, y a sus funcionarios les valía madre lo sucedido con 43 normalistas desaparecidos en Iguala. Tanto así que tardaron 9 días en tomar el caso en sus manos y es hora que siquiera Peña Nieto se ha ido a parar a Ayotzinapa para demostrar que la gobernabilidad está garantizada en todo el territorio, y que el máximo representante del Estado Mexicano puede ejercer precisamente su representación en cualquier lugar de México.

A Peña Nieto, a su  señora, a su familia, y a sus funcionarios también les valía madre lo sucedido con el reportaje publicado  por  Aristegui sobre la llamada Casa Blanca y la percepción de la opinión pública, de la sociedad . Tanto así que tardaron 10 días en dar la cara de manera frontal, hasta que la tormenta mediática había llegado  -otra vez- a los medios internacionales.

A Peña Nieto, a su  señora, a su familia, y a sus funcionarios les valió madre en su momento lo que ocurriera con Michoacán hasta que no vino la presión internacional. Este miércoles hubo gira presidencial por tierras michoacanas y el mandatario nacional dijo que “sin echar las campanas al vuelo” el estado ya presenta nuevos y diferentes escenarios de desarrollo y seguridad.

Es cierto presidente, Michoacán ya tiene nuevos y diferentes escenarios, incluso ¡ya hasta vienen artistas internacionales! como lo presume el comisionado dentro de sus grandes logros, pero en el fondo, la situación de jodidez de los michoacanos sigue exactamente igual.

Ahora, ante las grandes movilizaciones ciudadanas como la de este 20 de noviembre, ya una vez ahogado el niño  el presidente anuncia indignado que nos va a tapar el pozo publicando sus declaraciones patrimoniales, transparentando todo en su alrededor, haciendo justicia respecto de los normalistas de Ayotzinapa, llegando hasta las máximas consecuencias promete. Como si de la noche a la mañana las cosas relacionadas a esos temas van a empezar a cambiar, basta que él lo comprometa de palabra.

Tantas reformas y nuevas leyes promulgadas, tanto “mover a México” para dejarlo donde mismo estaba cuando lo retomaron. Eso no es, más que parte del gen gatopardista del PRI: Hacer grandes cambios para que todo siga exactamente igual. Ahí esta la «renovación moral» de la madridista; la modernidad que el salinato nos prometió con el TLC;  la promesa lopezportlliezca de dar -ahora sí- el salto al primer mundo ..

En pocas palabras: Hacen todo para que ellos – la clase política- sigan conservando su status quo privilegiado. Y para que nosotros -los proles-  sigamos manteniéndoles su estilo de vida y sus formas  de gobernarnos.

peña nieto muñeco en llamas

Posdata:

Citando a Juan Latapí: El escritor italiano Tomás de Lampedusa publicó en 1958 su novela titulada “El gatopardo”, en la cual se narra el fin de la aristocracia siciliana a raíz de la unificación de Italia en 1860.

El libro habla sobre como la  rancia nobleza aristocrática se oponía a que nuevas clases sociales arribaran al poder, y  finalmente esta es desplazada, por lo que ante la debacle, uno de los personajes aristócratas de la novela sentencia: “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”.

A partir de esa frase se acuñó el término gatopardismo.

Cosas que ahí están -pero a nadie le interesan-

Para muestra de que los priistas cargan un mismo gen gatopardista -¿dinosaurico?- la indignación de Peña Nieto y su esposa cuando salen a hablar del tema de la Casa Blanca es la misma que mostraba el ex gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo y su familia cuando pretendían ocultar su enfermedad, argumentando que era su privacidad.

Más de una ocasión Fausto se molestó cuando la prensa le exigía respuestas necesarias para la estabilidad de un estado tan desestabilizado, y a regañadientes medio dio a conocer su padecimiento  como si los michoacanos no merecieran conocer la verdad sobre lo que le pasaba.  Y ambos también piensan que nos debemos conformar con la primera respuesta dada.

Por cierto, hablando de don Fausto, su salud ha vuelto a recaer. Ahora ya lo empiezan a dializar.

TRUCHAS:

Ante el reclamo creciente de varios medios de comunicación por la falta de pago de parte del gobierno estatal, el gobernador Jara ha buscado a directivos de informativos tradicionalmente amigos del poder para buscar un apoyo editorial  ante su desequilibrada administración, la cual ha endeudado más al estado con otros 2 mil millones de pesos.

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