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Cruella. Cambiando A Una Villana Por Otra

La tendencia de hacer películas sobre villanos ya lleva varios años. Nos muestran su origen, cómo se convirtieron en lo que son, los abusos o traiciones de que fueron víctima y a veces, hasta los puntos de sus vidas en que tuvieron la posibilidad de convertirse en héroes

By: Héctor García Ramírez

Director: Craig Gillespie

Actúan: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser, Emily Beecham, Kirby Howell-Baptiste y Mark Strong

Año de estreno: 2021

Se puede ver en cines y en Disney+

La tendencia de hacer películas sobre villanos ya lleva varios años. Nos muestran su origen, cómo se convirtieron en lo que son, los abusos o traiciones de que fueron víctima y a veces, hasta los puntos de sus vidas en que tuvieron la posibilidad de convertirse en héroes. Detrás de estas historias está la idea de que nadie es innatamente malo, sino que las circunstancias nos moldean quienes somos.

En Joker, el protagonista es víctima de abusos desde niño, desarrolla una enfermedad mental que es incapaz de tratar de manera eficiente porque carece de los medios económicos para hacerlo y, después de ser rechazado por su supuesto padre biológico y ante el fracaso de las instituciones para ayudarlo, termina por estallar convirtiéndose en el villano que todos conocemos. Maléfica sufre una traición por parte del hombre en quien confiaba, un individuo ambicioso y sin escrúpulos que corta sus alas mientras ella duerme; el hada emprende su venganza y encuentra la redención en el amor que desarrolla hacia la hija de aquel hombre.

Es innegable que la deconstrucción del villano es una idea interesante. Sin embargo, en ocasiones el rol de malo solo cambia de puesto. En Joker, está claro que el personaje de Joaquin Phoenix no está mentalmente bien y que el rechazo que sufre por parte de Thomas Wayne es un peldaño más en su camino hacia la locura, pero la manera en que el millonario, a quien parece solo importarle su reputación, se comporta con Arthur es terrible. El Rey Stefan está motivado por su ambición, solo le importa obtener y mantener el poder y está dispuesto a lo que sea para lograr sus objetivos. Parece que para justificar a Arthur y al Maléfica se necesita crearles sus propios villanos: series despreciables y reprobables por los cuales sintamos nula empatía, como en su momento lo fueron los antagonistas de Batman y La bella durmiente.

Cruella, la última producción de Disney está inserta en esta tendencia y padece de la sustitución del villano que acabo de señalar. La antagonista es la Baronesa Von Hellman es un ser despreciable que explota sin misericordia a los trabajadores, de los cuales incluso abusa físicamente. Esta villana trata a los demás -literalmente- como si fueron desechables y se siente con el derecho de hacerlo debido a su inteligencia superior o a su -presumible- origen noble. ¿Cómo fue que esta mujer llegó a ser como es? Nunca nos lo cuentan. La deconstrucción solo alcanza a la protagonista, no a la antagonista.

CRUELLA, Emma Stone as Cruella de Vil, 2021. © Disney+ / Courtesy Everett Collection

Tanto Emma Stone como Emma Thompson hacen un gran trabajo, basta ver la secuencia clímax, cuando se encuentran afuera del castillo, para corroborar el compromiso que este par de actrices tiene con películas como esta que son realizadas para consumirse cual comida rápida, pero me hubiera gustado ver dos anitheroínas enfrentadas, una antagonista a quien pudiéramos darle el beneficio de la duda.

¿Será que, como espectadores, necesitamos a alguien a quien odiar? ¿Requerimos un antagonista por el cual sintamos nula empatía y cuya destrucción anhelemos? ¿Acaso solo podemos justificar las acciones del protagonista, del que está de nuestro lado, asignándole características casi diabólicas a su adversario? Espero que, tanto en política como en cine, la respuesta sea no.

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