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La Cuarta Revolución…Joe Biden, el próximo Presidente de Estados Unidos

By: Manuel Ochoa

Estamos a tan solo dos semanas de la elección presidencial de Estados Unidos, una de las más esperadas en la historia del país más poderoso del mundo y que resulta ser nuestro vecino del norte. Será un acontecimiento político inédito, por las circunstancias atípicas que vivimos y lo que actualmente representa cada candidato, sin duda en la historia será un antes y después del próximo 3 de Noviembre.

Lo que está en juego es mucho más que una elección, es la disyuntiva entre la continuación de la decadencia moral, política, y democrática de un país que se denomina a sí mismo como la mejor democracia funcional del mundo, o el regreso de la civilidad política y el respeto a los mínimos estándares de decencia política y moral.

También está en juego continuar con un peligroso rumbo lleno de polarización, propagación de mentiras, falsedades, y ataques a la ciencia misma, o el regreso al camino de creer en la ciencia, tomar decisiones basadas en hechos y evidencias, fomentar el multilateralismo, la gobernanza global, y erradicar la xenofobia, discriminación, y las falsas y peligrosas creencias de supremacia racial.

Como ya lo hemos analizado a profundidad anteriormente en este espacio, las teorías de conspiración se han convertido en un actor preponderante en la elección presidencial estadounidense, estas se han propagado mediante los espacios digitales cual pandemia afectando la mente de quien las consume, cambiando sus hábitos y pensamientos personales, distorsionando su propia realidad para encasillar en la mente una distopía construida a modo de intereses políticos, algunas que incluso han llegado hasta el imaginario colectivo de muchos mexicanos.

A pesar de ello, Joe Biden se mantiene como el favorito para ganar el próximo Martes 3 de Noviembre. De acuerdo a FiveThirtyEight, medio especializado en estadística electoral y deportiva, el candidato demócrata aventaja con 10 puntos porcentuales a su contraparte republicana y actual Presidente en las preferencias electorales nacionales.

Sin embargo debemos recordar que el sistema electoral estadounidense es diferente al resto del mundo, la elección presidencial se define mediante votos del colegio electoral, estos se cuentan dependiendo de qué candidato gane en cada estado, un modelo obsoleto que incluso ha permitido más de una vez que un candidato que obtuvo la mayoría de votos de todos los ciudadanos estadounidenses pierda la elección.

Acorde al mismo sitio, Joe Biden tiene una probabilidad de ganar del 87% contra 12% de Donald Trump (el restante 1% es una probabilidad de empate). Quien rebase los 270 votos electorales se convierte en el ganador de la contienda.

Fuente: FiveThirtyEight

Como podemos observar en la gráfica anterior, los estados clave en los que se decidirá la contienda son Florida, Arizona, Carolina del Norte, Pennsylvania, Georgia, y Winsconsin. En estos estados se centrará la atención mediática y de las propias campañas y candidatos presidenciales, recordando que en Estados Unidos no existe la denominada veda electoral, por lo que pueden hacer campaña hasta el último día de la elección.

Existe un escenario que sería catastrófico para el país estadounidense y su futuro, una victoria demasiado cerrada en favor de Joe Biden ocasionaría que por primera vez en la historia de dicho país, un Presidente en funciones no reconozca los resultados electorales. Donald Trump ya ha amenazado abiertamente con hacer lo anterior, incluso acusando de antemano de ser la actual una elección fraudulenta.

Este escenario generaría una polarización sin precedentes en la historia de Estados Unidos, a un nivel tan peligroso, que en su extremo podríamos esperar una insurrección armada por parte de los grupos más radicales de extrema derecha, de los cuales algunos de ellos incluso han sido catalogados por el propio FBI como potenciales terroristas domésticos. Este escenario sería un golpe catastrófico para el país más poderoso del mundo, que se denomina a sí mismo como el país de las libertades y la democracia.

El próximo 3 de Noviembre se define el futuro y estabilidad de un país del que dependemos ampliamente los mexicanos y el mundo entero. La próxima elección presidencial de nuestro vecino del norte puede llegar a afectarnos como nunca antes lo habíamos imaginado. Debemos seguir de cerca lo que acontezca, ya que aunque duela y sea difícil aceptar, nuestro futuro también depende de ello. El momento de definiciones está por llegar.

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