By: @michangoonga
Juan Salvador Alonso Mejía debe ser un juez imbécil, asesino, o extraterrestre. Una de esas tres. Pues de qué otra forma se entendería que tras sentenciar al líder fundador del movimiento de Autodefensas, Hipólito Mora Chávez, lo traslade del Cereso Mil Cumbres de Morelia al Cereso de ¿¡Apatzingán!?
Luego de resolver que las pruebas mostradas en contra del líder de la comunidad de La Ruana fueron suficientes para dictarle auto de formal prisión por el doble homicidio de otros dos integrantes de las Autodefensas en grado de copartícipe, el juez Alonso Mejía emitió la noche de este miércoles su resolución al cumplirse el plazo para definir la situación jurídica del inculpado.
Más allá de la polémica en torno a la sentencia del juez cuarto de lo penal y si se ha tratado de un veredicto apegado al tan de moda “debido proceso” o si le faltaron ”huevos” para no ceder a una supuesta presión gubernamental como así literal lo acusó el abogado defensor Eduardo Quintero en rueda de prensa tras la sentencia, don Juan Salvador deja mucho que desear al acompañar su resolución con la orden del traslado de Hipólito Mora al Cereso de Apatzingán, el mero epicentro del conflicto michoacano, la capital de la guerra que sigue inconclusa -y fallida en varios aspectos- emprendida desde el Calderonato.
Ante tan inexplicable determinación, consideramos en la Redacción Changoonguera que al menos hay tres razones para que el juzgador haya ordenado dicho traslado:
-Es Imbécil. Para explicar esta teoría sólo recurriremos a la definición etimológica (elcastellano.org) de “Imbécil’ que proviene del latín imbecillis, palabra latina formada con el prefijo privativo in-antepuesto a bacillum –origen de la palabra bacilo*–, que es el diminutivo de baculum ‘bastón’, con lo que imbecillis viene a significar literalmente ‘sin bastón’. Baculum proviene del griego baktron ‘báculo’, ‘bastón’, emparentado éste con la raíz indoeuropea bak-.
Imbecillis no tenía la connotación negativa que le damos hoy o la tenía de un modo diferente: significaba ‘frágil’, ‘débil’, ‘vulnerable’ y también ‘enfermizo’, ‘sin carácter’ o ‘pusilánime’.
-Es asesino. Lo cual forjaría una teoría del compló’ -diría el poeta tabasqueño- de la cual ya se sospecha de parte de los seguidores y los fans más recalcitrantes de don Hipo: una traición-eliminación-desecho de parte del gobierno federal para quien llegó a ser su interlocutor más serio, validado por el mismo secretario de Gobernación, el chino Chong. ¿Con qué objeto? Según estos conspiracionistas hipolitanos, abrirle “el campo” a un nuevo grupo criminal que retome el control de la zona (denominado H3) pero ya no de la forma ‘salvaje y bárbara’ como lo hacían Los Templarios (que ahora hasta de origen azteca nos salieron con aquello de los sacrificios humanos que dice el Comisionado de Ciudad Gótica de la Federación, Alfredo Castillo.
Por lo que encerrar a Hipólito Mora mero justo donde están encarcelados varios de los personajes que él mismo ayudó a capturar, y que están acompañados por otros sujetos que vivían de aquello que el líder social contribuyó a resquebrajar, es sin duda poner un jugoso filete en la jaula de los leones, hambrientos.
Es extraterrestre. Así como varios funcionarios estatales y federales, el juez Alonso Mejía vive “en otro mundo” muy diferente al de Hipólito Mora y el resto de nosotros los michoacanos promedio, bien comunes y más corrientes. No descarten que este Señor Justicia no lee los periódicos, no mira las noticias locales, -y ni hablar de que tenga Feis o Tuister, por lo que no se entera de lo que ocurre en Tierra Caliente y como está el clima en Apatzingán. Total, viviendo en otro mundo, ¿para qué preocuparse?
Tal vez haya otras justificaciones para avalar esta acción del juez, igual háganosla saber!
Ante ello, pareciera que a veces la justicia en México no sólo es ciega… sino también pendeja.
*PD. Como mero dato curioso para el expediente, el juez Juan Salvador Alonso liberó, en noviembre pasado, a Juan Iván Peña Neder, ex asesor de la Secretaría de Gobernación y quien fuera vinculado en operaciones ilegales para la apertura de casinos.
Luego de más de dos años de estar recluido en prisión, el juez cuarto de distrito le otorgó la libertad al ex funcionario que fue detenido el 8 de septiembre de 2011, acusado de violación tumultuaria en agravio de su ex esposa Talía Vázquez Alatorre, hermana de Selene Vázquez Alatorre, actual diputada local del PRD.
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