Silvano candidato // By Camila Cienfuegos

Por Camila Cienfuegos (Duquesa de la victoria)

Resulta irónico que el gobernador michoacano anuncie su destape por la presidencia un miércoles de ceniza, que nos recuerda que polvo somos. Y es que una cosa es querer y otra muy distinta es poder, pero cuando se trata de pagar un favor político, no importan las improbabilidades de triunfo, Silvano Aureoles prepararía maletas la víspera de su segundo informe para lanzarse a una aventura que solo él comprende, dejando el changarro quebrado y a la deriva pero bajo el momentáneo escrutinio de Pascual Sigala (o Adrián López Solís, o Antonio Soto Sánchez)

Ante las adversas probabilidades estadísticas de triunfo al menos para la interna, una no puede dejar de pensar qué pasa por la mente del mandatario si apenas figura en las encuestas, pero algún plan tiene para lanzarse a una aventura que se antoja a locura.

Escenario uno: candidato bisagra

Sabedor de su nula posibilidad de figurar al menos como abanderado perredista, El gobernador Silvano intentaría colocarse en posición de candidato bisagra. Buscaría la manera de negociar con el ganador de la contienda interna para colocar a gente de su confianza en cargos de elección popular, especialmente aquellos de representación proporcional, y para ocupar dichos cargos, sobran los aspirantes, especialmente aquellos que le acompañarían en la contienda y estrechamente vinculados a la comunicación social.

Escenario dos: intento franco

En este escenario, consideramos a un candidato que verdaderamente busca ser candidato a presidente, porque cree firmemente que puede ser el próximo mandatario y cuenta con los recursos humanos y materiales para lanzarse a la campaña. Pero de ser cierta esta hipótesis, solo ganaría numerosas críticas ante un desastre administrativo que a casi dos años (cuando deje el cargo) no logró enderezar.

Silvano deja un estado aún con muchísimas promesas por cumplir y con altos índices de corrupción, desempleo e inseguridad.

CONEVAL señala en su corte del 2015 que Michoacán destaca entre los primeros lugares con carencias en acceso a la alimentación, salud y rezago educativo.

Escenario tres: debilitar al Peje

Es una de las teorías más fuertes. Es la que se ha comentado desde antes de su arribo al poder. Es la razón por la cual es gobernador estatal pues habría recibido apoyo directo desde Los Pinos para su campaña. Pero llegó la hora de pagar, de luchar por la candidatura interna y negarse a una alianza con MORENA para restarle el apoyo del decadente perredismo michoacano a AMLO.

Escenario tres: la estrategia de la resta

En esta hipótesis lo importante no es ganar…sino competir. Sabría Silvano de sus improbabilidades de triunfo pero sí puede restar. Es decir, su margen de operación estriba en sacar provecho a partir de la probable resta que cambiaría a suma al mejor postor, y esto incluye alinearse con AMLO si el tabasqueño le llega al precio. Después de todo, en la política las lealtades no son asunto que se firmen con sangre. La pretensiosa intención de jugar en la grande sería solo para colocar piezas en el tablero del ajedrez del gabinete obradorista en caso de que llegara a ganar López Obrador.

Meter acelerador

Sea cual sea el escenario, Silvano no está impedido legalmente y ya está trabajando a contrarreloj porque el perredismo local se comienza a volcar poco a poco hacia AMLO. Las visitas del peje y las abiertas muestras de apoyo de algunos perredistas clave como Leonel Godoy, Fidel Calderón y Juan Pablo Puebla a AMLO, aceleraron el destape de Silvano que a su vez, intensificaría sus actividades al interior del estado y no perdería oportunidad para hacerse notar en lo nacional.

Pero para hacer precampaña se necesita dinero, MUCHÍSIMO DINERO, y es dinero que no necesariamente sale del erario correspondiente a partidos políticos, por lo que es inevitable considerar que se debe escrutar (como a todos) el origen de los recursos que habrán de gastar los contendientes. Y aunque al final todos los anteriores escenarios son suposiciones, la última palabra la tiene su propio partido, el todavía existente PRD.

Pero una cosa sí que es cierta (y en alusión a lo dicho por Trump): Silvano quiere ser precandidato…y los michoacanos tendremos que pagar por ello.

¡¡¡Excelente jueves para todooooooooooos!!!