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Saliendo del clóset…Ser trans ya no es un trastorno mental

By: Raúl Martínez

RAÚL
La Organización Mundial de la Salud anuncio hoy 18 de Junio la finalización de la
CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) y publicó la versión oficial
en línea y por ello comparto lo que al respecto escribió Mauro Cabral.

El anuncio no marca el final del proceso de la CIE-11, sino el comienzo de una
nueva fase, centrada en la implementación y evaluación a nivel país. La nueva
versión del ICD se presentará para su aprobación final en la Asamblea Mundial de
la Salud en mayo de 2019, Esta edición (CIE-11) entrará en vigor en 2022 para
sustituir a la vigente desde 1990, año en que la homosexualidad salió de la lista.

Como se anticipara, todas las categorías relacionadas con las personas trans se
han eliminado del Capítulo de la CIE sobre Trastornos mentales y del
comportamiento. Al mismo tiempo, se han introducido nuevas categorías
relacionadas con las personas trans: Incongruencia de género en la adolescencia
y adultez e Incongruencia de género en la infancia. Estas categorías se han
incluido en un nuevo capítulo de la CIE, el Capítulo 17 sobre Condiciones
relacionadas con la salud sexual. Por lo tanto, la OMS dictamina que ser una
persona trans o de género diverso no significa sufrir un trastorno mental. Hoy, una
vergonzosa historia de patologización, institucionalización, «conversión» y
esterilización comienza a cerrarse.

No solo cambia el nombre y la situación en el manual, también la definición. Hasta
ahora, el CIE-10 calificaba la transexualidad como «un deseo de vivir y ser
aceptado como miembro del sexo opuesto, por lo general acompañado
de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico, y de deseo de someterse a
tratamiento quirúrgico u hormonal para hacer que el propio cuerpo concuerde lo
más posible con el sexo preferido».

Ahora la definición –para adultos y adolescentes– será: «Una incongruencia
marcada y persistente entre el género experimentado del individuo y el sexo
asignado, que a menudo conduce a un deseo de ‘transición’ para vivir y ser
aceptado como una persona del género experimentado a través del tratamiento
hormonal, la cirugía u otras prestaciones sanitarias para alinear el cuerpo, tanto
como se desee y en la medida de lo posible, con el género experimentado. El
diagnóstico no puede asignarse antes del inicio de la pubertad. El comportamiento
y las preferencias de género por sí solas no son una base para asignar el
diagnóstico».
El trabajo para despatologizar las vidas trans y de género diverso está lejos de
terminarse :
– El activismo comprometido y organizado será más necesario que nunca para
asegurar la implementación efectiva a nivel país, para eliminar las regulaciones
patologizantes al tiempo que se garantiza el pleno acceso al reconocimiento legal
de género y a los procedimientos de afirmación de género .

– La incongruencia de género debe ser revisada y reemplazada tan pronto como
sea posible con una categoría que sea capaz de conservar su utilidad mientras
elimina su contenido normativo.
– La Incongruencia de género de la infancia debe eliminarse de la CIE-11, a través
de la movilización nacional, regional e internacional en favor de la completa
despatologización de la diversidad de género en la infancia.
– La despatologización trans y de la diversidad de género en la CIE-11 debe ir
acompañada de una reafirmación deciida de nuestro objetivo final: la
despatologización total basada en los derechos humanos y, en particular, en el
acceso universal a la atención de salud.
– Muchas personas en todo el mundo han sufrido severamente el impacto de la
patologización. Como cualquier otra víctima de violaciones de derechos humanos,
tienen derecho a la verdad, a la rehabilitación y a la reparación.

Para revisar el proceso de la CIE-11 y analizar sus resultados, planificar los
próximos pasos y articular las estrategias globales, las organizaciones asociadas
en la iniciativa internacional ICD-11 organizarán una serie de seminarios web,
¡estemos atentas todas las personas!

La modificación que ha efectuado la organización es un logro para el colectivo
LGTBI, que pide seguir avanzando en la despatologización total de la
transexualidad. Esto implicaría que no fuera denominada y definida como «una
incongruencia», sino como una expresión de la diversidad humana.

Que la OMS deje de considerar la transexualidad como una enfermedad mental es
un hito histórico que recordaremos siempre, al igual que el 17 de mayo de 1990
cuando eliminó la homosexualidad (y bisexualidad) de ese mismo listado.

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