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Rebelde a los 15… La educación es mejor laica.

By: Itzia Ramos 

ITZIA

(O por qué hablar de Dios en clase de ciencias/tirarle a un partido político en el aula puede no ser una buena idea.)

Ahh, política y religión: los dos temas prohibidos si se quiere quedar como políticamente correcto. La cosa es que ya he cubierto mucho del primero y no me podía quedar a medias (ups)

ADVERTENCIA: Antes de comenzar a desarrollar mi tema, quiero dejar en claro que no tengo absolutamente nada en contra de ninguna (ninguna) religión o creencia. Este es, en teoría, un país libre, y si no estás dañando la integridad de nadie tienes todo el derecho a pensar lo que quieras. Por el otro lado, si estudias en alguna institución cuyo programa contenga alguno de los contenidos mencionados, sabe que este texto se redactó en base a una opinión y con ningún animo de ofender. Ah, se mencionan ciertas cosas políticas, como siempre… has sido advertidx.

En buena parte de mi vida, me educaron como una persona católica. Aún con ese aspecto, nunca me sentí cómoda cuando algún profesor o profesora caía en una tangente y terminaba hablando de Dios (refiriéndose al Dios de la religión católica; nunca escuché a otro). Sin embargo, no me quejaba: cuando algo se vuelve parte de tu cotidianidad, lo mencionas inconscientemente sin intención de “adoctrinar».

Pero debería haber una línea entre en qué momento pasamos de una anécdota o un comentario casual a mezclar dos horizontes que están separados por una buena razón.

Por ejemplo, decir en clase de ciencias naturales que el único ser capaz de crear materia es, bueno, Dios. O sugerir que la religión es un pensamiento incuestionable estudiando metodología. O rezar en ética.

Como mencioné anteriormente, también pasa con la política: me ha tocado escuchar opiniones con las que estoy 100% de acuerdo, pero no creo que un salón de clases sea el mejor lugar para expresar esas opiniones de tal formato.

En mi humilde opinión, la escuela (o al menos la educación básica) debería darnos las herramientas para pensar por nuestra propia cuenta, el conocimiento mínimo para tomar las decisiones que queramos tomar. Partiendo de eso, cada persona elige lo que piensa, y si llega a la misma conclusión que alguno de los ejemplos anteriores: ¡muy bien!.. lo importante es que hubo un razonamiento de por medio.

Y es que el asunto no termina en si están pensando algo correcto o incorrecto: la verdad es relativa, no hay manera de saber qué es cierto y que no. El problema es que si la docencia quiso ahorrar unos pasos y les dio a su alumnado la conclusión, sin explicarles por qué llegaron a eso, es más fácil que al crecer los alumnxs apliquen ese mismo proceso a su toma de decisiones: nunca cuestionándose su propia opinión, o creyendo cualquier cosa sin verificar quién la respalda (como que el calentamiento mundial es invento de China…)

Pero bueno, ya me fui por la tangente. Insisto, no creo que la religión sea “mala» o “innecesaria» sino que para cada cosa hay un lugar y una hora… ¿o cuándo han visto a un físico parar la misa para decir que es científicamente imposible x y x cosa en la Biblia?

No digo lo mismo de los partidos políticos porque ese es otro negocio más violento.

La tolerancia y el respeto son valores fundamentales para la convivencia, y es posible vivir en armonía con pensamientos totalmente opuestos, sin necesidad de imponer uno sobre otro. Las personas somos seres complejos: puede haber tiempo para nuestra educación y para nuestra espiritualidad sin necesidad de empalmarlos.

Además, al dejar al aula en un terreno neutro/laico, estás abriendo más posibilidad a la diversidad, cosa que siempre enriquece el aprendizaje (se podría argumentar que la “ciencia» como la conocemos es otra doctrina igual que la religión… pero eso lo veremos otro día.)

Y, sólo una idea… tal vez, si tanto quiere una institución que sus alumnxs encuentren a su Dios… tal vez sea mejor dejarlos encontrarlo; estoy segura que quienes se queden serán las personas que en verdad sientan amor hacia Él.

Con este pensamiento, les dejo. ¡Nos veremos el siguiente viernes!

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en sus tiempos libres.

 

 

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