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Rebelde a los 15… La poesía

By: Itzia Ramos

ITZIA

El pasado 21 de marzo fue el Día Mundial de la Poesía (Probablemente habría sido un buen tema para la semana pasada, pero como me falta sinapsis y un calendario…)

Entré a este mundo hace unos 7 años. Lo encontré de casualidad, en una tarea en la que debíamos escribir un poema. La entregué, con una felicitación de mi maestra para cerrar el tema. Pasamos a las obras de teatro o algo parecido.

Pero yo no paré ahí. Comencé a escribir donde fuera y cuando fuera. Era la manera perfecta de expresar mis sentimientos, de aprender más sobre mí y explorar posibilidades sin salir de mi cuarto. Crecí y me di cuenta que podía darle un buen uso a mi confusión, al dolor que he llegado a sentir. Todo era una fuente de inspiración esperando a ser redactada.

La vida daba muchas vueltas, y una de las pocas constantes parecían ser las palabras. No sé si ya tenía algo que las atrajera tanto o era sólo mi amor y mi práctica, mas pronto se convirtieron en una parte de mí. Las personas asociaban la poesía, la escritura conmigo y no me importaba… había encontrado mi pasión.

Porque la poesía es más que sólo versos en cuartetos que riman y se ven simétricos. Es la magia de sentir a las palabras fluir, todo encajando perfectamente de alguna manera… es una danza coordinada entre el papel y tú. De pronto me siento en mi elemento, confiada, se me llena el corazón de una manera que me hace saber que para esto estoy aquí.

Que, por eso estoy aquí, escribiéndoles esto. Las palabras me han abierto más oportunidades y logros de los que puedo contar. Me han enseñado cosas de mí misma y del mundo que me rodea que probablemente no sabría de otra manera… y, lo más importante, me han hecho feliz cuando poco parecía hacerlo.

No necesitas tener las mejores ideas o los mejores versos para escribir. Tan sólo toma un papel y empieza a anotar tus pensamientos, tus miedos, tus alegrías. Describe un día en tu vida, la pared de tu cuarto, el bicho que camina bajo de ti. Observa el mundo, toma algo, y míralo en tantas perspectivas que te canses de él. Quien sabe, tal vez seas el siguiente gran poeta o poetisa. (La poesía existe en todo. To-do. Sólo debes encontrarla.)

Bueno, demasiadas palabras y poca acción. Hoy les comparto «Dorada».

El Sol está saliendo,

se asoma por mi ventana…

«hace frío afuera»,

pienso, dibujando muñequitos

en la condensación del cristal.

 

Y se podría decir que entiendo

observo al día nacer

el silencio me envuelve,

algunas cosas comienzan a tener sentido.

 

Tal vez no irradie felicidad

pero no me ahogo en lágrimas

no me falta el oxígeno

en una mente claustrofóbica.

 

Sólo observo cual tercero imparcial

mientras hago anotaciones;

mi pluma vieja, de poca tinta

revivirá con un poco de uso.

 

(¿acaso no será cierto

si lo deseo lo suficiente?)

 

Al fin, dejo de resistirme

ato mi esperanza como una capa

a mi cuello,

el nudo en mi garganta se deshace…

 

Es una apuesta peligrosa

la de intentar ser feliz

aún sabiendo que caerás algún día…

pero es la carta que seguiré usando

una y otra y otra vez.

 

El Sol ya está arriba

tan pequeño que cabe en mis dedos,

tan grande que no logro verlo

a los ojos.

 

Igual le susurro

«estaremos bien»,

como si él no lo supiera ya.

 

Itzia Ramos, ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en su tiempo libre.

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