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¡¡QUE YO NO SOY SEÑORA!!

Por La Eriz

 

Eriz dice: ¡Que yo no soy señora!
Eriz dice: ¡Que yo no soy señora!

Esta semana me saludaron de una manera que me dejó fría: “Buenos días señora” ¡Plop! Por supuesto no es la primera vez que me dicen señora, pero sí es la primera vez que alguien que solía hablarme de “tu”, me habla de “usted”. Sonreí amable con un “chinga a tu madre” entre los dientes.

Invariablemente, me siento rara cada vez que me dicen “señora” (aun cuando por estado civil soy señora con todas las de la ley)  ¿Pos dónde me viste los chamacos pinche igualad@? ¿Acaso tan vieja estoy? Me veo con tubos, bata y pantunflas saliendo por la calle. ¿Señora yo? ¡Ja! Ni que tuviera… ¿20? ¿30? ¿40? ¿50? ¿60?

Sin embargo, no tengo referencias cercanas de señoras feas, como para que el término me agravie. Es más, no recuerdo ni siquiera haber visto a mi mamá alguna vez como Doña Florinda. Ni yo soy DOÑA ERIZ. Entonces ¿qué me pasa?

El dilema entre mis amigas es el mismo “señora mi mamá o mi abuelita, yo no”. Aunque algunas estén casadas y con hijos: “eso de que te digan señora, solamente en la escuela de los niños o en el súper, pero en todo lo demás para nada”.

Las solteras consideran que “es prácticamente una mentada cuando te dicen señora. Una cuida tanto su estado de soltería, para que cualquier pendejo o escuincle te diga señora”. Aunque en realidad, quizá lo que provoque más molestia es precisamente eso: ser solteras.

¿Aferradas a la eterna juventud?

Las mujeres estamos llenas de estereotipos. Basta con saber que somos el target número uno para vender cualquier producto: aparatos del hogar, productos BÁSICOS de salud e higiene personal (hasta los jabones ¡vaya!), música, arte, comida, medios de comunicación, ni se diga ropa o zapatos.

Debemos ser siempre jóvenes, bellas y perfectas no importa tu edad. Por lo tanto, ser señora es significado de que ha pasado el tiempo.

Antes, una señora era una mujer casada (que tienen el permiso social para ser activas sexualmente), con hijos, con responsabilidades y estrés suficientes como para que tengas esos pequeños signos de la vejez: o sea, arrugas. Obviamente las arrugas son feas, indeseables. También era signo de haber cumplido “cierta edad”.

Sin embargo, no hace falta un estudio profundo para saber que actualmente las mujeres preferimos que nos llamen por nuestro nombre a ser “señoras”… “Mejor seños, pa no entrar en detalles…”. “Ya me acostumbré” me dijo una amiga con cara de cierta resignación. Quizá pasa, con el tiempo una se hace a la idea.

Ahora viene a mi mente otra duda. Me pregunto si a los hombres también les pasa lo mismo: ¿Les molesta si les digo “señor”?

 

Twitter: @LaEriz

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