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¿Punto de partida y punto de llegada? // By @Yhcc87

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Por Emilio Chávez

Sin duda alguna al inicio de un nuevo año muchas personas se pro ponen objetivos, trazan metas, hacen promesas… Y esto es muy bueno, lo que hay que tener en cuenta en un viaje de un año a bordo de un barco que eres tú, es el rumbo de la navegación.

Cuando llegas a un puerto, una estación de autobuses, un aeropuerto etc. Los buques o camiones o aviones de una misma línea solo se diferencian los unos de los otros por el destino que llevan. No te puedes subir a cualquiera sino solo a aquel que te llevara a tu destino.

He aquí la importancia de tener una dirección hacia dónde vamos, pero también saber dónde estamos y desde ahí trazar una línea que me diga si voy en el camino correcto. Tenemos que responder con certeza a: ¿cuál es el rumbo de mi navegación? El trágico problema de la falta de rumbo, es tal vez el más trágico problema de la vida. El que pierde más vidas, el responsable de mayores fracasos.

Cuántos van sin rumbo y pierden sus vidas… las gastan miserablemente, las dilapidan sin sentido alguno, sin bien para nadie, sin alegría para ellos y al cabo de algún año analizan y sienten la tragedia de vivir sin sentido. Algunos toman rumbo a tiempo, otros naufragan en alta mar, o mueren por falta de víveres, extraviados, ¡o van a estrellarse en una costa solitaria!

No obstante, por eso ocho de cada 10 personas no cumplen con lo que se proponen con la llegada del Año Nuevo, según algunos estadísticos. ¿En realidad quieres lograr lo que te has propuesto?

Cuando uno descubre donde se encuentra es decir el punto de partida y quiere trazar un destino es decir el punto de llegada, hemos abordado el barco que nos conducirá hacia lo dicho propuesto en este nuevo año. Pero hay que tener presente que en la navegación entraremos a mar abierto, donde será necesario estar viendo constantemente la brújula para fijar siempre la dirección y no desviarnos, tener presente el alba y el ocaso es decir cada día será importante tener en cuenta que vendrán tormentas que nos azotaran y querrán desviar el curso, que posiblemente en tal viaje muchos de los que te acompañen no estarán al llegar al destino.

Para cumplir cabalmente con los propósitos es necesario establecerse metas razonables en el tiempo previsto y con los recursos que se dispone. Otro punto a considerar es ser objetivo, los propósitos deben ser claros, concretos y precisos. Si la meta no es fácilmente cuantificable, hay que encontrar indicadores que sí lo sean. Por ejemplo, si se quiere ser más culto, se puede fijar como meta cierto número de libros a leer durante el año.

¡Traza tu punto de partida y tu punto de llegada y desde esa línea dirigirse y no desviarse para llegar a buen término!

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