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Los linchados en días pasados en Puebla, Alberto y Ricardo, convivieron mucho tiempo en vida y estuvieron juntas hasta la muerte, recordó con tristeza Jamín Sánchez Toribio, pareja de Alberto, de quien dijo que era un buen hombre.
Eso es lo que Ricardo, su sobrino, es lo que más admiraba, por lo que cada que tenían oportunidad pasaban tiempo en labores del campo o en obras de construcción de su casa.
“Todo lo que podían lo hacían juntos, eran tío y sobrino inseparables, se querían, y ya ve, ahora sí que hasta la muerte estuvieron juntos” expresó Jazmín Sánchez.
Como todos los integrantes de la familia, aseguró que ninguno de los dos era maleante, miembros de bandas ni criminales, como hicieron creer los que acusaron el presunto rapto de niños.
Incluso, la mujer dijo que ella tenía dos hijas de otro hombre, pero Alberto siempre las trato con amor y respeto, por lo que las pequeñas se referían a él como papá.
Los cuerpos fueron llevados por un servicio funerario de Acatlán al municipio de Izúcar de Matamoros en donde les realizaron la necropsia de ley y después fueron entregados a sus familiares.
Los cuerpos son velados en la comunidad de Tianguistengo y en donde estarán hasta el día de mañana, para ser enterrados en este mismo lugar.
