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PINCHE LUNES

Por La Eriz

Es que neta #noesdeDior levantarse a las 5 de la mañana. Dirigirse cual zombie a la regadera, pensando que si no te hubieras desvelado el sábado, quizá todavía no tendrías estas ganas tan impresionantes de seguir durmiendo. Y no importa que te hubieras quedado de huevas todo el fin de semana, aun así nos persiguen las maldiciones del pinche lunes:

  1. Porque obvio, aprovechaste para hacer tu rutina de belleza completa EL DOMINGO. Tardaste dos horas bañándote con agua caliente en lo que estrenaste shampoo, acondicionador y gel de baño con olor a mango. Usaste tu mascarilla capilar, la crema exfoliante para cara, cuerpo y pies. Te depilaste las piernas y las axilas para estrenar el lunes el vestido o la blusa nueva muy a doc para estos climas. Creaste un sauna privado para desintoxicar el puerquecito… Y te terminaste el gas (que tu mamá te había dicho que pidieras desde el viernes “porque los fines de semana no trabajan” ¡¡¡WTF!!!). Si eres muy valiente (o muy güey) te levantas en pinche lunes a bañarte con agua helada. Si decides que el baño diario “puede echarte a perder el cabello”, te vas con olor a cama a la escuela o trabajo, usas el chongo casual con jeans, por lo que tus deseos de estrenar vestidito pasan para mejores días. En ambos casos, cero autoestima.
  1. Mejor aún: te fuiste de parranda todo el fin de semana. Viernes al antro; sábado, fiesta con tu banda; obvio domingo de resurrección con un buen desayuno: algo picosito y la chela pa acompañar. Ni modo que no te eches ni una. Como traes una súper condición física, a ti no te da cruda…. Hasta que llega el pinche lunes. Mientras el agua de la regadera te golpea como una buena mazapaniza, estás mentándole la madre al mesero que no paró de servirte toda la noche, todas las noches. Ni lo niegues: lo volverás a hacer.
  1. 3.       En el silencio de tu sacrosanto hogar, justo a las 10 de la noche se escucha el grito de terror:” ¡¡¡MAMÁ!!! ¡¡¡SE ME OLVIDÓ QUE TENGO QUE HACER LA TAREA!!!” No no no no a quienes nos ha pasado, es el sentimiento más terrible del mundo mundial, sobre todo si andas por estas fechas donde las evaluaciones finales están entre que saques de ocho para arriba o ruegues como desesperada para que te pasen. Más si el trabajo en cuestión es alguna de esas manualidades absurdas que se les ocurren a los maestros:” mmmm ñam, a ver mis ñiños, me van a traer un mapamundi que mida dos metros cuadrados donde señalen la población de cada país, su forma de producción económica, su religión, su arquitectura, una representación miniatura de su historia y su comida típica… Pueden traer la prueba también, jeje”. El problema fue que te dejaron ese trabajito desde que comenzó el ciclo escolar. Obvio no duermes y llegaste con la cara embarrada de plastilina con brillitos. Así es el pinche lunes. Un mapamundi con olor a petróleo y ridículamente brillosito.

En fin, que tengan un pinche lunes menos peor que el pasado y el próximo menos peor que este y así sucesivamente. Tal vez un día de estos, no amanezcan tan lunes.

Twitter: @LaEriz

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