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¡¡¡Perro Malo!!!

Por Isabel Felicidad

Estoy harta de escuchar esta frase para justificar el mal trato a los perritos, que cuando les dan una pata ¡porque es un perro malo!, ¡le ladró al niño!

Que se comió lo que no debía, ahí le va un fregadazo ¡por perro malo! Si se sale a la calle en cuanto abren la puerta, si se sube al sillón sin permiso, muerde la ropa, ensucia la casa, en fin, todos los comportamientos que les parecen negativos de un congénere se justifican diciendo que ¡es un perro malo!, nunca puede ser por falta de atención, hambre, instinto, ¡¡noo!! Siempre tiene que ser por malos, seguramente todos los canes y una servidora nos pasamos día y noche ideando cómo hacerlos enojar.

El maltrato animal no es justificable porque piensen que somos malos o que actuamos con alevosía; al igual que los niños necesitamos ser educados, y claro que entendemos con palabras hasta una nalgadita, ¡pero por favor! Los azotes, patadas, palazos, golpes, etc. sólo nos lastiman y nos hacen temerosos.

Me dio mucha tristeza una nota que publicaron aquí en Changoonga.com la semana pasada, la cual supongo muchos de ustedes vieron, acerca de un perrito que una “persona” (lo digo así por que eso ¡no es para nada humano!), decidió que el mejor castigo para este animalito que se había comido un par de gallinas era colgarlo de un árbol, ¡para ahorcarlo! ¡Como si a un ladrón que roba por hambre lo decapitaran en la plaza pública!, ¿en qué siglo o época creen que vivimos? Tanto animales como seres humanos merecemos respeto y amor.

Y yo se que hay muchos que piensan que los animalitos no entendemos pero les aseguro que muchas veces somos más “entendidos” que muchas personas. No con esto quiero decir que si un día llegan a casa y su cachorrito les ha desbaratado su sala nueva y pipiseado toda la alfombra le aplaudan y le hagan fiesta, hay que llamarle la atención y hasta castigar de ser necesario, pero un castigo lógico, no creo que a ninguno de ustedes sus padres los hayan educado a puras patadas, zapes y malas palabras, de ser así qué pena, pero no repitan eso con los que les toca educar, animales o niños.

Recuerden siempre que como tratas serás tratado, y en esta “perra vida” todo se regresa,; no les gustará el día de mañana ser ustedes los indefensos y que alguien los maltrate, así que recuerden que se educa más con amor, comprensión y paciencia, que a golpes, patadas y zapes.

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