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Perro chico, infierno grande

Por Isabel Felicidad

Recientemente ha habido un incremento en el interés por perros de razas pequeñas, ¿cuántas personas conocen que tienen perros pequeños, chihuahuas, pug, schnauzer miniatura, salchicha, yorkshire, etc.? ¡Qué bonitos! Tan chiquitos. Y tristemente vistos como un accesorio de moda o como el juguete perfecto para los niños en casa.

Los animalitos, cualquiera que este sea, les recuerdo que no somos objetos, somos seres vivos y por lo mismo no podemos ser regalos de 14 de febrero,”¡que romántico!, mi novio me dio un schnauzer miniatura hermoso”, el que seguramente termine sin hogar cuando la llama de la pasión se apague, o, “¿qué le daremos de navidad a los niños? Un cachorrito salchicha”, y ahí va el pobre perro a hacerla del divertimento de los niños, a quienes generalmente no se les explica que el animalito requiere de ciertos tipo de cuidados especiales y que es muy frágil, no es un muñeco de acción ni una muñeca para arrullar. Claro que todo esto es culpa de la poca conciencia que hacen las personas sobre los animalitos, es triste que aún en la actualidad muchos nos consideren  como juguetitos desechables.

Les cuento brevemente la triste historia de mi primo, Rocco, un lindo cachorro chihuahueño,  él fue el regalo de navidad de unos niños. En el primer mes del pequeño en su nuevo hogar, se dio cuenta que ser un perro chico ¡resulta un infierno grande!, los niños peleaban por con quién iba a jugar o con quién iba a dormir, casi lo desmembraban  de tanto jalón que le acomodaban, y claro que cuando el pobre intentaba defenderse de la única manera posible, mordiendo, se le propinaban unos buenos moquetes “para educarlo”, sin ver que los que no eran educados con Rocco eran  los niños; por descuido de los dueños, Rocco comió veneno para ratas (salvándose por poco), se cayó de la azotea, “¡el perro ha de ser de hule por que no le pasa nada!”, pero sorpresa, no era de hule, y un día que salió de casa se topó con un enorme perro dobermann de temperamento horrible, el cual le puso una tremenda zarandeada que terminó por matarlo.

Así como Rocco, hay un sin fin de historias similares de perritos u otro tipo de mascotas que no son tratadas con el cuidado, amor y responsabilidad necesaria. Recuerden siempre meditar muy bien antes de echarse encima el compromiso de un perrito o cualquier mascota, por que aunque sean pequeñitos no somos juguetitos, y recuerden no ser en esta “Perra Vida” los causantes del  infierno de un animalito, porque yo no sé ustedes, pero yo sí creo en el karma.

Twitter:  @IsabelFelicidad

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