Paraísos arrebatados
Por SANDee
Con tristeza nos enteramos sobre los tesoros nacionales que vamos perdiendo, la palabra “concesión” cada día me suena más a regalo.
Regalo para todos, menos para la nación, mucho menos para la comunidad invadida. El ejemplo más reciente es Cabo Pulmo, que se encuentra a un par de horas de Los Cabos, Baja California Sur, punto turístico que cada vez es más visitado por extranjeros que por nacionales. Nada más porque ellos sí pueden pagarse unas vacaciones ahí.
En otros puntos del país donde se ve el “boom” del turismo en sitios antes vírgenes se observa hasta cierto grado la aceptación, ya sea de buena gana o como un mal necesario, pero en el caso de Cabo Pulmo, el mismo pueblo tuvo la iniciativa de no pescar más para respetar el arrecife que fue declarado Área Protegida en 1995.
En el 2001 la Semarnat le otorgó la Norma Oficial Mexicana NOM-059, porque ahí hay especies en riesgo como: aves, tortugas, crustáceos, peces, y mamíferos marinos, pero el mismo organismo está concediendo permiso a la empresa Hansa Urbana para ocupar casi 4 mil hectáreas en las que se instalará infraestructura para atraer el turismo de “alta clase”, según Greenpeace.
No necesita uno ser biólogo para imaginar lo que se viene, maquinaria, basura, desechos que van al océano, una oleada de gente que llegará en busca de trabajo o de vacaciones tipo “spring break” o terrenos para vivir. Ya se ha visto el modelo en otras entidades.
Los activistas ya se manifestaron y piden firmas a través de las redes sociales y de la página de Greenpeace, y no es retrógrada estar en contra, es que ni la misma gente de ahí quiere industria turística, no porque sean huraños o antisociales, sino porque aman y quieren proteger su comunidad y su entorno.
Entonces, ¿por qué no dirigir ese proyecto en un sitio que ya está posicionado previamente como destino turístico?
México es un paraíso que según cuentan los libros de texto, fue legado de nuestro héroes, tanto de la Independencia, como de la Revolución, y está siendo “concesionado” a propios y extraños en plena luz del día. Por supuesto, no vamos a salir con machetes y piedras a pelearnos, pero sí estamos en nuestro derecho de cuestionar y de manifestar que no estamos de acuerdo.
Entérate:
¡Una firmita por el Amor de Dios!
http://www.cabopulmovivo.org/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=1&Itemid=18&lang=es
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