Obispo De Chilpancingo Toma Acuerdos Con El Narco
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Obispo Salvador Rangel, de la Diócesis de Chilpancingo, Guerrero, dijo el pasado domingo primero de Abril, que narcotraficantes le prometieron no atentar contra la seguridad de los candidatos en el proceso electoral.
Comentó el obispo que el 30 de marzo tuvo una reunión con un «alto capo de la droga» para negociar la reinstalación de agua y luz en un poblado del municipio de Heliodoro Castillo, en la montaña de Guerrero. «Aproveché para hablar con ellos, para pedirles que ya no hubiera más asesinatos de candidatos, y me prometieron que no lo iban a hacer, y que dejarían una elección libre», comentó el obispo al término de una misa.
En la reunión, el supuesto líder del narcotráfico puso dos condiciones: «evitar la compra de votos», y que «los candidatos cumplan lo que prometen, porque cuando llegan al poder se olvidan de la gente».
Rangel comentó que no tiene conexión alguna con el narcotráfico. «Yo me relaciono con ellos y no les pido ni dinero ni una posición política», señaló «yo hablo con algunos y solo les pido que no asesinen, que no secuestren, y que traten bien a la gente».
En otras ocasiones, Rangel admitió haber hablado con líderes del crimen organizado. En febrero, tras el asesinato de dos sacerdotes Iván Añorve Jaimes, y Germaín Muñiz García, señaló que hacía dos años había tenido conversaciones con un grupo de narcotraficantes para salvar la vida de un sacerdote.
Varios aspirantes a cargos políticos han sido asesinados en Guerrero en las últimas semanas. A principios de marzo, el candidato a una alcaldía en Zihuatanejo, fue asesinado a balazos.
