STAFF/Miguel Ángel Santos
Adriana Cervantes Mendoza fue desaparecida el pasado 26 de noviembre de 2019 y fue localizada el 4 de febrero de 2020, tiempo en el que su madre, quien no quiso dar su nombre por miedo, no supo nada de su hija y que por indicaciones de las autoridades no hizo nada.
“Quise ir a los medios de televisión, quise poner volantes y me lo prohibieron, me dijeron que no estaba bien que pusiera todo eso, porque luego se prestaba para extorsionarme, entonces no hice nada, pero si quiero que sea recordada mi hija”, dice la mamá de Adriana.
Cuenta que a pesar de ello buscó a su hija por casi tres meses, hasta que le hablaron de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) para decirle que habían encontrado un cuerpo sin vida y que posiblemente era de su hija.
“Nos llevaron a feminicidios y en feminicidios nos hicieron una entrevista de las señas particulares que tenía ella y todo y pues coincidió que sí era. La encontraron ya muerta le pusieron en la autopsia el 4 de febrero de 2020”, señala.
Platica que su hija tenía 31 años cuando desapareció y dice, todavía en presente, que su hija “es estilista. Tenía esposo, pero estaba separada de él desde que nació el niño. “
Al preguntarle si ha tenido alguna información sobre el caso de su hija o si hay algún posible responsable comenta que no hay ningún sospechoso y que no ha recibido información de la fiscalía, que sólo le dan largas y que no buscan.
“La Fiscalía no me ha dicho hasta ahorita nada. Hasta ahorita la Fiscalía no tiene ninguna pista y dicen que van a investigar pero el comandante que supuestamente le dieron la investigación no se ha comunicado con nosotros para darnos ninguna razón ni nada. Ahorita está como en el olvido, porque a un año y no sabemos nada, no sabemos nada… Queremos que pues le den seguimiento a todo esto.”
“Me tocó ir porque fui por unos papeles que había olvidado, pero la Ministerio Público, que se llama Viviana, me da rodeos de que no hay papel y no hay papel y no hay papel, le dije ‘pues si quiere yo le traigo el papel’. Y ya me dice ‘venga mañana y venga pasado y venga pasado’ y me enfado de ir y ya no vuelvo a ir.”
Y pide, que así como se ayudó a la familia de Jéssica González a localizar a la joven profesora, así quiere que el caso de su hija no quede en el olvido, que le ayuden a que se haga justicia para Adriana.
“Siento mucho su muerte. Yo cuando supe volví a vivir lo de mi hija, volví a sentir y dije que triste para la mamá, porque pues una sabe, ya pasé por eso. Les doy mi más sentido pésame a las mamás de estas muchachas, porque incluso yo quería buscarlas para decirles que yo también había pasado por todo eso y pues le doy las gracias a Dios por haber encontrado a mi hija y que ellas también las hayan encontrado, no de la manera que quisiéramos, pero ya las encontramos.”
Sin embargo, no evita preguntarse por qué a ella no la ayudaron, si ella también denunció de inmediato, salvo que a ella las autoridades no le permitieron recurrir a los medios de comunicación o colocar carteles con la foto de su hija.
“Así como le ayudaron a ella, si dije bueno ¿por qué tan rápido le dieron seguimiento si yo también fui inmediatamente y les dije ‘por favor ayúdenme a buscar a mi hija, ayúdenme a encontrarla’?”, se cuestiona.
Finalmente, además de justicia, pide que su hija no sea olvidada, que su caso no quede impune.
“Que no quede en el olvido porque ella fue buena madre, buena hija. Porque yo sentí que me iba con ella y hasta la fecha.”, dice finalmente sin evitar llorar.
