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No ganancias para la Vida Eterna// By Padre Pistolas

editoriales

Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como Padre Pistolas, originario de Tarimoro, Guanajuato, nació el día 9 de Julio de 1952. Fue párroco en su estado natal hasta el año 2004. Sin embargo, Chucándiro, Michoacán tuvo el privilegio de recibirlo el día 5 de mayo del mismo año y desde su llegada se ha hecho cargo del templo dedicado San Nicolás Tolentino y el Templo del Hospital, “La Guananchita”. Trabaja por y para su comunidad, empezando por su templo. A donde quiera que vaya, se gana el cariño y respeto de todos por las numerosas obras y acciones que realiza por la gente. El padre Pistolas en su columna dominical, nos regala reflexiones desde su óptica sobre temas de la vida cotidiana imprimiendo su humor característico y calidez que le carteriza.
Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como Padre Pistolas, originario de Tarimoro, Guanajuato, nació el día 9 de Julio de 1952. Fue párroco en su estado natal hasta el año 2004. Sin embargo, Chucándiro, Michoacán tuvo el privilegio de recibirlo el día 5 de mayo del mismo año y desde su llegada se ha hecho cargo del templo dedicado San Nicolás Tolentino y el Templo del Hospital, “La Guananchita”. Trabaja por y para su comunidad, empezando por su templo. A donde quiera que vaya, se gana el cariño y respeto de todos por las numerosas obras y acciones que realiza por la gente. El padre Pistolas en su columna dominical, nos regala reflexiones desde su óptica sobre temas de la vida cotidiana imprimiendo su humor característico y calidez que le carteriza.

Por Padre Pistolas

San Marcos nos presenta el milagro de la multiplicación de los 5 panes (de cebada que era propios para los esclavos) y los dos peces, milagro tan importante que es el único milagro que narran los cuatro evangelistas.
La cultura de la “Ganancia” ha invadido a todas las instituciones políticas, sociales, religiosas y lo más triste, la familia.

– En el medio campesino tanto a las señoras se les queman las habas para que el marido deje a la esposa y a los hijos para irse a ganar dólares y luego se quejan que a los 3 o 4 años ya no regresan por que ya encontraron otra señora fracasada que también dejo a su marido.
– Dizque preparan al hijo mayor, le arreglan pasaporte para que se lleven a sus hermanitos, se hacen delincuentes o se echan deudas porque llegando a México todo mundo estira la mano para ver que le trajo, cuando la mayoría no tiene casa, poco trabajo que muchos comenten delitos para ser reportados y decirles a sus papás que no pueden regresar.
– Aquí lo que mas importa es vivir en paz, unidos aunque pobres no hay película americana que no terminen en la cama los dizque novios,  no hay noviazgo, hay amantes cuando es tan hermoso los 2 o 3 años que duran en el noviazgo se casan por la iglesia y tienen un matrimonio estable.
– En la ciudad lo mas común es que los jóvenes en antros colonias y universidades son reclutados para secuestrar, vender droga o quemar carros con bombas “molotov” para lideres sindicales o políticos, a las muchachas las deslumbran muchachos guapos con camionetas que ni son suyas, muy perfumados, les regalan joyas, 3 000.00 pesos y las alagan para hacerlas sus amantes y luego prostituirse y reclutar muchachas y todo por el mugroso dinero.
– Cristo demuestra su poder, su generosidad y le da importancia a lo comunitario por encima de lo individual pero cuando los buscan por lo material para hacerlo rey únicamente se escabullen y aparece para su pasión y muerte.
– Debemos permanentemente vivir, iniciativas, cooperación y ayuda mutua si queremos transformar este desorden de violencia, robo y corrupción que vivimos.
– Individualmente debemos ser humildes, la humildad es la verdad, amables (pensar bien de todos, hablar bien de todos, y hacer bien a todos),comprensivos, (ponerse en lugar de otros) y sobre llevarnos mutuamente con amor, (tener paciencia con las otras personas) no basta desear un mundo mejor, hay que trabajar para lograrlo.
– Padre mi amigo se mató en el carro que le bendijo.
– Yo le digo a la gente cuando les bendigo sus vehículos que yo nunca paso de 100 kilómetros por hora, si no ya no sirve la bendición.

«Padre, mi amigo iba a cien. Iba haciéndose pentonto a 150 km. por hora.»

Que Dios los bendiga.

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