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“Ninguno Me Representa”: Anular También Es Votar

STAFF/Elly Castillo – @ellycastillo

“¿Bueno mijo al menos ya dime por quién vas a votar?” Me preguntaba mi mamá la mañana de este domingo 1 de julio al salirme a reportear, y de paso, acudir a votar. Su rostro se desencajó totalmente cuando le contesté tajante “voy a anular”.

Enseguida su injerencia matriarcal le obliga a sugerirme casi a condenarme “¡no hagas eso! Mejor por qué no votas por Fulano de Tal…!?” Carcajeo yo de forma inconsciente… La verdad es que el candidato Fulano de Tal sería por el último que votaría. Pero también el candidato Sutano, y Mengano y  Perengano.

En estos tiempos en que pareciera que todos los mexicanos estamos obligados a fijar una postura y declararnos de tal o cual bando, o de tal o cual candidato, después de meditarmelo mucho, he decidido anular mi voto, el de la Presidencia de la República, por una simple razón: Ninguna de las 4 opciones me representa, en lo personal.

En contraste con los otros cargos en competencia (senadores, diputados y alcalde) donde sí voté por algún nombre, más allá de los partidos, para el próximo presidente de la República ninguno me convenció, ni de último minuto, ni reflexionando el “tache” frente a la boleta, y simplemente opte por manifestar mi desilusión, mi realidad, mi sentir: Ninguno de ellos me representa.  

A pesar de que lo medite, y luego de tener que recurrir al socorrido último recurso de nosotros, los llamados “indecisos” que es el de votar “por el menos malo”, determiné mejor expresar mi rechazo a las propuestas que nos presentaron, y decliné a elegir una de las cuatro sopas que el menú nos presenta.

Sin embargo, en lugar de achicolaparme y “dejar que otros decidan por mí” como me suelen decir mis amigos cada que les comentaba en la alta probabilidad de anular mi voto, decidí salir a las urnas y mostrar mi rechazo, hacerlo evidente, palpable, contable, y manifestar que a mi, en este México actual de alianzas impensables, de reconciliaciones cuestionables, de pactos inexplicables de parte de los cuatro aspirantes a presidir a este país, a mi, ninguno de ellos me representa.

Pero lo importante es votar, ejercer ese poder que da una boleta electoral, aunque mi voto para muchos “no sirva de nada”, mi conciencia se queda tranquila porque salí y cumplí con mi responsabilidad, y con el deber de todo mexicano mayor de 18 años.

Al final, estoy seguro que los que anularemos el voto, seres muchos, tal vez hasta más que el candidato que quede en 4to lugar.

 

 

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