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Luego de confirmarse por parte del Zoológico de Morelia la venta de un bebé hipopótamo y cinco crías más, dos tigres, un león, una mula y un pony al Circo Atayde, las y los cibernautas morelianos no están molestos ni enojados, sino encabronados con dicha situación, y el director del Zoológico de Morelia, Martín Zavala Mondragón, es el principal blanco de su furia.
«¿Por qué no mejor vende a sus hijos?; «¡Hay que protestar para que lo destituyan!»; «Ya mejor que cierren ese parque», y otra serie de insultos y lenguaje florido es el que han sacado en su contra los usuarios de las Redes Sociales tras las publicaciones que este medio de comunicación ha difundido en torno al caso detectado vía denunciante anónima a la Redacción de Changoonga.com
Otra de las causas que ha desatado la serie de críticas contra los directivos del Zoo es que destinar animales a un circo, a sabiendas de los castigos y la vida a la que son sometidos para aprenderse los «trucos» que practican en cada función, no corresponden a los de una institución que debería preservar la vida salvaje, tomando en cuenta además que la cría de hipopótamo comercializado es de la especie del Nilo, que se encuentra en peligro de extinción.
Entrevistado por este medio, el director Zavala, con papeles en mano que enseñó a la reportera pero que no dejo fotografiar directamente, informó que “Dentro de las actividades del zoológico, siempre hay excedente de animales, hay una lista de excedentes, los cuales a través del permiso y la autorización de dependencias correspondiendes como SEMARNAT, SAGARPA, PROFEPA, se hace una documentación correspondiente que se llama aprovechamiento y ese aprovechamiento, el zoológico tiene la facultad de hacer esos movimientos siempre y cuando presenten la documentación; a esto se le denomina embarque”.
Paralelamente, a través de Facebook circula un manifiesto signado por el Comité Ciudadano para el Trato Ético de los Animales en el cual indican que “si bien estas transacciones pudieran ser “legales”, contravienen los principios de ética y bienestar animal, pues convierten el programa de cría en cautividad que tiene Zoológico de Morelia en una fuente exclusiva de subvención, descartando cualquier programa de reintroducción de las especies silvestres a su medio natural”.
Por lo tanto, dice la organización ciudadana, “no existe justificación ética para seguir reproduciendo a las especies confinadas en el Parque Benito Juárez cuando su único destino será una vida de explotación, desesperación y maltrato, ya sea en los reducidos recintos de exhibición de algún parque, de una colección privada o peor aún, de la vida dedicada al “entretenimiento” dentro de un circo donde serán sometidos a toda clase de vejaciones en el entrenamiento de los actos de espectáculo”.
