STAFF/ Paola Mendoza – @paolamenrd
Un mando policial miembro de la Dirección General de Asuntos Internos denunció ante medios de comunicación como fue violentado y amenazado de muerte por miembros de la Secretaria de Seguridad Pública en Apatzingán.
Esto luego de que Orepani Alexi Leyva Macías, llegará el día 12 de marzo a hacer revisiones de rutina en aras de identificar el trabajo y posible mal actuar de los elementos de la Secretaria.
Ante ello, el viernes 15 de marzo Leyva Macías reporta haber sido sacado por 15 elementos de las instalaciones de la Policía Apatzingán, para posteriormente llevarlo a barandillas, donde lo golpearon y le apuntaron con un arma de fuego, amenazándolo de muerte.
El agredido asegura que el operativo en su contra fue planeado por Jorge Vazquez Díaz, Coordinador de Regiones, por supuesto hostigamiento al personal de esta área.
«Entre la golpiza me estaban diciendo que porque hostigaba a su personal, que lo dejara trabajar, que nosotros no éramos nadie, porque nosotros de asuntos internos hostigábamos mucho a su personal, me dijo: Pues no, nosotros te vamos a matar ahorita, me puso el arma en la cabeza después de haber pegado y me dijo: Te voy a matar.»
Al momento que los hechos ocurrían, entre los presentes se encontraba el Subsecretario de Seguridad Pública, Carlos Gómez Arrieta, quien no hizo nada por defender al miembro de Asuntos Internos.
Así como ello, declaró que se le extendió una amenaza de muerte a él, a su familia y a todos los miembros de asuntos internos, pidiéndole su renuncia inmediata.
Posteriormente, elementos de la SSP lo trasladaron al cuartel por sus cosas y lo llevaron a la central camionera de Apatzingán para que se fuera a la ciudad de Morelia.
El agredido demanda justicia por los actos cometidos en su contra, pues no es sólo lo que ocurrió contra él si no las posibles repercusiones que sus acusaciones tengan en un futuro.
Con lágrimas en los ojos Orepani Alexi suplicaba justicia y seguridad para él y los suyos.
«Yo quiero que paguen estas personas, exijo justicia, porque esto no se vale, (…) yo temo por mi vida, no duermo».
