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Las mujeres que integran el grupo criminal conocido como «Cártel de las Flacas» ya no se conforman con ser esposas o novias de narcos.
Con hermosos cuerpos, carita de inocencia o manos frágiles con pedicure, las mujeres que integran el «Cártel de las Flacas» se han convertido en las nuevas armas del crimen organizado en México para sus ajustes de cuentas, por lo que han incursionado como sicarias, en la que su actividad es levantar, degollar o asesinar al rival de quien las contrate.
Para ellas es algo muy significativo poder entrar a ese mundo que había sido del género masculino porque cada día hay un mayor grado de mujeres que quieren participar en esto y a ellas le da un estatus(…) Las que se dedican al sicariato, como estas ‘Flacas’, son mujeres más arrojadas que no se aferran a la riqueza sino a la adrenalina y este estatus de participar en eventos donde hay riesgos, en los que hay cierta peligrosidad; mientras que a las que se dedican al tráfico de drogas las mueve el poder.
Lo anterior lo mencionó Juan Carlos Ayala, quien es investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quien lleva años investigando la evolución del crimen organizado en uno de los principales estados con presencia del narco en el País.
El «Cártel de las Flacas» lo integran mujeres jóvenes y delgadas con cadenas de oro sobre su cuello y chalecos antibalas, cabello peinado hacia atrás y gafas de sol sobre su cabeza que operan principalmente en estados del norte de México como Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
En el 2015, una de las líderes de este Cártel fue encontrada descuartizada en una hielera dentro de un estacionamiento de la ciudad de Matamoros en la frontera con Estados Unidos, ella era Joselyn Alejandra Niño.
Andrew Chesnut, profesor de Estudios Religiosos de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, indicó que con este asesinato y la aprehensión de otra líder identificada como Verónica Mireya Moreno Carreón, quien trabajaba para el Cártel de Los Zetas, no desapareció el fenómeno de ‘Las Flacas’, y ahora mujeres con las mismas características operan de manera independiente bajo el mismo nombre.
Muchas, como Joselyn, son reclutadas de las cárceles por su apariencia de niñas buenas. La idea es que los cárteles rivales y la Policía no puedan imaginar que una ‘chica flaca’ sea una asesina a sueldo.
