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Más que una corona… ¿La belleza está peleada con la inteligencia?

Han sido infinidad de veces que he escuchado esta frase que no se quién inventaría pero con la que estoy totalmente en desacuerdo.

By: Milena Suástegui

No hace ni tres días que a mi bandeja de Facebook llegó un mensaje que decía: «Felicidades, eres muy estudiosa. Rompes el paradigma de que belleza e inteligencia van por caminos separados».

A lo cual me quedé pensando «¿Porqué a una persona sólo por ser bella inmediatamente se le cataloga como tonta o hueca?», Si a lo largo de los años se ha demostrado que no es así.

Y es que lamentablemente en esta época llena de estereotipos, de verdad existen quienes creen que la belleza y la inteligencia son enemigos, y claro ejemplo de ello, que no me dejará mentir es la típica frase de “las rubias son poco inteligentes” o “las listas son poco agraciadas”.

Estos clichés que nos impiden demostrar lo increíble que somos deberían al contrario, enseñarnos que no existen mujeres tontas o feas y que más bien existen personas con diferentes pasiones, intereses, oportunidades, genes y estilos de vida.

Y aunque la definición de belleza puede ser muy subjetiva, es muy cierto que han existido mujeres atractivas que han demostrado que no son sólo una cara bonita, tal es el caso de Norma Jeane Baker Morten, mejor conocida como Marilyn Monroe (la rubia predilecta de Hollywood).

Algo que a mí me llama mucho la atención de este icono es sin duda alguna varias de sus frases llenas de inteligencia que dejan en claro lo espiritual, consiente y analítica que era.

Otro dato importante es que Marilyn tenía un coeficiente intelectual de 165 puntos, superando a Einstein.

Ya con estos datos, creo que en pleno siglo XXI volver a cuestionarnos sobre si la belleza está peleada con la inteligencia debería ser algo totalmente reprobable.

Considero que en muchas ocasiones aunque las mujeres hagamos miles de cosas para demostrar nuestro potencial, el machismo que aún existe en el mundo y sobre todo en México no nos deja avanzar.

Y es que el problema se agrava cuando las mismas mujeres nos atacamos unas a las otras por tener diferentes ideologías y no respetar nuestros pensamientos o decisiones, cuando deberíamos de ser las primeras en estar unidas.

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