“Luchó Hasta El Final Por Mis Nietos, Lo Quiero Como A Un Hijo”: Suegro De Juan Manuel Donante De Corneas
STAFF/Alejandro Amado-Letravierta
Juan Manuel Sánchez Vargas tenía 29 años cuando se convirtió en donante de córneas. Estaba por concluir su licenciatura en Derecho cuando se profundizó la lucha que mantuvo hasta el final contra una deficiencia renal que terminó por vencerlo.
“Luchó hasta el último aliento por mis nietos, yo lo quería como a un hijo”, confiesa su suegro con la voz cortada mientras abraza la fotografía que llevó la familia a la misa que se realizó por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para conmemorar a las familias de estos héroes anónimos. Recordó su suegro que pese a las crisis que tuvo a lo largo de su enfermedad siempre puso todo de sí para no dejarse consumir por ella.
Se dijo gustoso de saber que alguien pudo recuperar la vista debido a las corneas de Juan Manuel y aunque reconoce que le gustaría conocer al receptor está consciente de las limitaciones legales para ello.
Y es que, de acuerdo al Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Trasplantes, está prohibido que donadores y donantes se conozcan. De acuerdo a personal del IMSS del área encargada de Trasplantes, ocurrieron casos, en México y en el mundo, en donde la familia de los donadores estableció contacto con los receptores generando conflictos emocionales por lo que se ha optado por no permitir esta comunicación.
