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Los rebeldes 14…Benditos patines

By: Itzia Ramos

ITZIA

Como ya la mayoría de ustedes sabe, el domingo pasado un chico menor de edad fue detenido en la Plaza de Armas. Tal vez quienes no están en contexto se estarán preguntando qué hizo… ¿se agarró a golpes con alguien más? ¿vendía drogas? ¿vendía drogas mientras se agarraba a golpes con alguien más?

No, lectores y lectoras, estaba patinando.

(Lo peor de todo es que otras tres personas fueron detenidas por defenderlo… gracias, donde quiera que estén.)

La versión de las autoridades es que “fue detenido porque no quería ser detenido». Citando a mi compañero de clase Alexander, “es pura filosofía”. Y es que es cierto; alguien galardone a ese policía, porque no se me podría haber ocurrido una mejor manera de describir la situación actual de mi generación.

Déjenme utilizar esta misma lógica tan sublime en otros contextos.

“La chica fue abusada porque no quería ser abusada.”

“Los chavos y chavas le dieron buena fama al Bronco porque no querían darle buena fama.”

Y nos podemos ir más atrás, si quieren. Veamos, por ejemplo, el 2 de octubre de 1968, donde los estudiantes no querían que sus derechos fueran violentados… así que las autoridades lo hicieron, y con lujo de detalle.

Parece que seguimos una lógica comúnmente usada al criar niños y niñas: “Ah, ¿ya no lo quieres? ¡Pues ahora te lo doy!”. Siempre he querido pensar que el propósito de esta estrategia es enseñar al infante a ser resiliente, y a valorar lo que se tiene (¿quién soy yo para criticar cómo educa cada quien a sus hijxs?), pero, volviendo al ejemplo inicial, no creo que meter al bote a un chavo por patinar en una plaza pública le vaya a enseñar a…

Bueno, ¿qué se supone que tenía que aprender? ¿a respetar a la autoridad a base del miedo? ¿a renunciar a su pensamiento autónomo y a seguir las reglas sin cuestionarlas?

A la autoridad constantemente se le olvida que ya no somos niñxs. Estamos en el intermedio entre que al gobierno le importas porque eres la población vulnerable y le importas porque ya puedes votar.

¿Pero saben qué olvidan también?

Que en 6 años, este sector de la población que tiene de 12 a 17 años, va a tener la edad suficiente para votar. Vamos a tener la edad para votar… y confío en que cosas como estas no se nos van a olvidar.

Así que benditos patines (y bendito chavo) por despertarnos, aunque sea un ratito, y recordarnos que no porque Ponchito nos proyecte el final de Dragon Ball significa que le importemos.

Ya veremos qué tiene que decir este personaje.

Mientras se digna a tomar el micrófono, les dejo. ¡Espero que tengan un excelente fin de semana!

Itzia Ramos, próxima estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y los tacos con piña. Escribe poesía en sus tiempos libres.

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