Los Óscares en México
Por Luis Bracamontes
Si los Óscares fueran en México y se premiaran las actuaciones en el diario vivir, no alcanzarían las estatuillas para premiar a lo que sería prácticamente cualquier mexicano.
¿Por qué esto? Pues porque los mexicanos somos actores maravillosos (actores de calibre de telenovela, claro está), ya que somos expertos en el arte de “hacer como que hacemos”.
Muchas cosas en el sistema no funcionan porque no se hacen las cosas que se tienen que hacer: Un maestro hace como que enseña cosas (o a veces ni se presenta) o un político promedio hace como que cumple o un gobierno hace como que repavimenta las calles y repara los baches.
Hoy en día, tienen mucho más peso las apariencias que lo que es en verdad. Siempre y cuando se vea bonito y correcto (aunque no lo sea), será bien visto y aceptado…”Estaré podrido por dentro, PERO SOY FABULOSO”.
Mis maestros de teatro suelen decirme a mí y a mis compañeros “no hagas como que haces, ¡haz! Si tienes que beber un vaso con agua en escena, no hagas como que bebes uno, ¡bebe uno!”. Y creo que esto se aplica a toda la vida.
Si las cosas fueran como tienen que ser, si lo que dice la Constitución fuera en verdad, si hiciéramos lo que decimos que haremos y que nos corresponde hacer, nuestras vidas cambiarían dramática e inmediatamente, casi seguro
Entonces, no hagamos como que estudiamos; estudiemos. No hagamos como que trabajamos; trabajemos. No hagamos como que vivimos; vivamos.
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