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Los medios hoy… El Ocaso De Los Impresos

Para quienes vivimos la transición de la máquina de escribir mecánica a los ordenadores, del telex y el fax al internet, pudimos percibir… incluso ya desde las aulas universitarias, que la suerte de los medios impresos estaba echada ante las nuevas tecnologías de la comunicación, que su fin llegaría lenta y paulatinamente, salvo especiales casos.

By: Camila Cienfuegos (Reportera del crimen)

Tan solo con su nacimiento en 1992 y de manera inmediata, Cambio de Michoacán se convirtió en un medio de comunicación alternativo a lo que tradicionalmente teníamos con La Voz y El Sol de Morelia (y el PRI). Se perfilaba como un periódico de corte izquierdista, con buenos analistas y reporteros de nueva generación. En una época en que las escuelas de Periodismo y de Ciencias de la Comunicación no sacaban aún la primera camada de egresados, Cambio ya formaba buenos reporteros, y que en la actualidad, muchos de ellos continúan prestigiosas carreras de periodismo y hasta como directivos de otros medios.

Pero con todo y el excelente equipo humano y material, Cambio nació apesadumbrado por la abrumadora competencia que significaba La Voz, cuya tradicional y oficialista línea editorial, la fortaleza estructural que ostentaba y el privilegio de acaparar la mayor parte de la publicidad gubernamental, lo hacían casi imbatible. Cambio, fundado por Vicente Godínez Zapién, no logró acaparar ni consolidar a un amplio mercado de lectores, y durante mucho tiempo trabajó con números rojos, cosa que no le impidió hacer buen periodismo profesional con gente como Raúl López Téllez, Tere de La Torre, Patricia Monreal, Gina Morales y muchos otros.

Para quienes vivimos la transición de la máquina de escribir mecánica a los ordenadores, del telex y el fax al internet, pudimos percibir… incluso ya desde las aulas universitarias, que la suerte de los medios impresos estaba echada ante las nuevas tecnologías de la comunicación, que su fin llegaría lenta y paulatinamente, salvo especiales casos. Los primeros síntomas de su extinción: recorte en los suplementos, nulo apoyo en viáticos para cubrir acontecimientos lejanos, retraso en los pagos al personal, renuncias hasta trabajar con el mínimo, y de ahí hasta acumular meses sin cobro que derivaron en los cierres de muchos medios, eso sin contar con que prácticamente todo el personal carecía (y carece todavía) de seguridad social y prestaciones de ley.

Fue así que medios como el Nuevo Michoacán, Buen Día, La Jornada Michoacán, Provincia y ahora Cambio (entre otros), sucumbieron ante un cúmulo de síntomas crónicos que eran advertibles. Pero la muerte de todos estos medios (y los que faltan, incluidos electrónicos) debe hacernos reflexionar como sociedad democrática, pues como decía Giovanni Sartori, la falta de policentrismo de medios nos lleva al monopolio, que es característico de las dictaduras y totalitarismos. Al cerrarse un medio se cierran alternativas de información, y al cerrarse alternativas de información, la opinión se hace homogénea, lo que termina por convertirse en campo de cultivo para el autoritarismo.

Una ventaja es que algunos medios (incluido el propio Cambio) hicieron la transición a las redes rápidamente, hasta convertirse en una de las más influyentes, pero también es evidente que no podrán emplear siquiera a la mitad de quienes hoy pierden su trabajo.
El futuro es un cúmulo de portales de internet que nacerán y morirán cíclicamente,

En tanto, el resto de los pocos medios impresos que quedan continúan navegando en aguas turbulentas, con crisis, en espera de la próxima contienda electoral que les brinde un respiro gracias a la alta demanda de publicidad política. Y después de ello, el futuro volverá a ser incierto.

EL FUTURO ¿REGULAR LOS MEDIOS?
En días recientes acudí a una conferencia impartida por el prestigiado investigador Ernesto Villanueva, académico moreliano que se ha hecho experto en temas sobre medios de comunicación, y la temática de la charla era sobre publicidad gubernamental.
En la conferencia, organizada por el gobierno del estado en el CCU, Villanueva habló básicamente sobre la iniciativa gubernamental michoacana para establecer nuevas reglas de operación, o mejor dicho, de discriminación para la publicidad oficial. Se trata de una medida ampliamente difundida incluso por la titular de la CGCS, Julieta López Bautista. Ante la severa crisis económica que se padece en todos lados y la proliferación de portales noticiosos de internet (la gran mayoría patitos), se decidió imponer medidas para definir a quién sí y a quién no se le destinará publicidad gubernamental. Entre los requisitos (además del rating), los medios deben contar con formalidad no solo fiscal, sino también apegarse a un régimen interno, es decir, un código de ética, no hacer apología del delito, no difundir noticias falsas, abstenerse de emplear lenguaje sexista o machista, ser amigables con el medio ambiente, entre otros que francamente apuntan a lo absurdo, como el empleo lenguaje inclusivo, aunque en términos prácticos vaya en contra de las reglas gramaticales de la RAE. Supongo que si en las noticias no se escribe “las y los muertos contaban con el tiro de gracia” no podrán aspirar a la anhelada publicidad gubernamental.

Pero lo cierto es que la medida es necesaria, quizá lo lamentable es que la preocupación les llegue cuando este gobierno silvanista está por fenecer, y aun así no hay la certeza de que la siguiente administración gubernamental decida mantener la medida, a menos que se elevara a categoría de ley avalada por el #CongresoMich.

Quizá al proyecto le faltan algunas consideraciones, como que dentro de la formalidad, los patrones tengan a sus trabajadores afiliados al seguro social y que cuenten con las prestaciones de ley que les corresponden, porque resultan lamentables las noticias del cierre de medios que dejan volando a sus trabajadores, a los que no les dan ni las gracias, mucho menos las indemnizaciones que les tocan.

Falta definir hasta qué punto el gobierno del estado asume el papel de “viaticador” en las giras de trabajo, pues muchos de los gastos de las áreas de comunicación son absorbidos por los contribuyentes cuando debería ser una obligación de los medios. Este patrón incluso es visto con normalidad en el gremio periodístico y la CGCS pero debería cambiar.

Falta madurar la transparencia, pues de ello adolece quien hoy quiere regular los medios.

El hecho de que los medios tengan un código también es positivo, es una responsabilidad que obliga a emitir un producto informativo de calidad, con responsabilidad social. Bastaría con hacer suyo el Código Europeo de Deontología del Periodismo y agregar sus experiencias como norma. Después de todo es necesario contar con medios, si no regulados, por lo menos autoregulados, que le brinden garantías a los consumidores como el derecho de réplica, distinguir la opinión de la información, y hasta de definir el perfil político del medio si lo tuviese. Pero también la responsabilidad compartida periodistas-lectores, porque finalmente las noticias son responsabilidad de quienes las emiten y de quienes las consumen.

En lo que son peras o manzanas, voy a echar una revisada a mis apuntes de la universidad, ahí tengo más anotaciones y las haré públicas por esta vía.

¡Excelente lunes post tamalero para todoooooooos!

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