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Los Cárdenas// By Camila Cienfuegos

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Por Camila Cienfuegos (a la que en el cine llaman ¡Shhhhhhh!)

Cuando escucho el apellido Cárdenas se me viene a la mente aquel cuento de Eraclio Zepeda llamado Benzulul, que habla de Encarnación Salvatierra, un impune cacique que por su apellido puede hacer lo que sea y la justicia jamás lo alcanzará: “Hace maldá y es respetado. Mata gente y no lo agarran. Roba muchacha y no lo corretean. Toma trago, echa bala y nomás se ríe y todos se contentan. Por estos rumbos solo los endiablados tienen la semilla a salvo, pero ahí tá el nombrón que los cuida y encamina”. Y así es en estas tierras michoacanas, donde el apellido Cárdenas pesa a punto de convertirse en fuero para la impunidad.

Seguramente los mexicanos le debemos mucho al general Lázaro Cárdenas del Río el haber tenido la iniciativa de nacionalizar el petróleo y su industria. Después de todo, casi el 40 por ciento de los dineros públicos provienen de este rubro, pero… ¿hasta qué punto o hasta qué generación, el legado del general tendría que guardarse para justificar las malas prácticas de su rancia ralea?

No solo me preocupa el brutal despilfarro de dinero público cuyos resultados no son evidentes en el Teatro Mariano Matamoros. Por una extraña intuición pienso que Cuauhtémoc Jr. se va a salir con la suya en su demanda laboral contra el Fideicomiso y el gobierno del estado

Su trabajo de no hacer nada, cero acción y movimiento nulo (igual que Jara) lo hizo de maravilla. Mientras Cuauhtémoc cobraba sus 90 mil pesos al mes no abrió el pico para denunciar retrasos en las obras, pero cuando se le cerró la llave del recurso y dejó de cobrar su inmerecido sueldo, entonces sí levantó la voz  y denunció, incluso su padre públicamente lo apoyó.

¿Qué tanto se ha gastado en el Teatro Mariano Matamoros que el chico Cárdenas no concluyó? Información de la Secretaría de Cultura, que en su momento emitiera a la Comisión de Cultura del Congreso del Estado, previa petición legislativa, informó que en el ejercicio fiscal 2009, se destinaron 25 millones 500 mil pesos, y en el año 2010 (cuando se pensaba que se concluiría el Teatro) se aplicaron 149 millones de pesos, lo cual es un recurso histórico para misma institución que suma 174 millones de pesos. Lo malo de todos estos gastos es que ya no se cuentan con datos de los años 2011 hasta la fecha.

Me preocupa también que el secretario de Finanzas, Miguel López Miranda, diga que la querella laboral de Cuauhtémoc “queda fuera de la esfera del gobierno del estado”, y esta solo se limita al Fideicomiso que el propio Cárdenas presidía ¿O seaaaaaa? Me parece que el señor de la chequera desconoce que el Fideicomiso trabajó con dinero público, y no solo eso, desconoce también que la demanda del junior no solo es contra el Fideicomiso, sino también contra el propio Gobierno del Estado. Es importante señalar que tanto el gobierno municipal como el federal también han hecho, inversiones en la obra.

De entrada, ésta débil declaración del señor de los dineros me parece que ya tiene la resignada intención de no pelearle a Cuauhtémoc, pero yo me pregunto ¿Hasta qué punto un funcionario que ganaba 90 mil pesos al mes podría demandar? ¿En qué situación laboral habría quedado el ahora exfuncionario? ¿Se le despidió o fue baja institucional?

Me parece que sea cual sea el resultado, por el hecho de ser hijo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y nieto del general, Cuauhtémos Jr. va a salir incólume de este conflicto laboral. Y con semejante impunidad que el apellido le permite, podrá tomar uno de tantos fajos de billetes que seguramente ganará y abofetearnos con él, no sin antes decirnos: “mírenme, soy un Cárdenas, y los Cárdenas siempre ganamos”.

¡¡¡Excelente viernes para todoooooooooooooos!!!

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