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La otra cara del video de los «Niños Incómodos»

Staff

Además de compasión e indignación, el video titulado «Niños Incómodos cuestionan a candidatos» ha generado controversías en algunos sectores como el de la prensa.

En changoonga.com algunos de nuestros colaboradores discreparon con lo expuesto en el video, argumentando razones de consideración, como el hecho de que todos los niños que actúan de maleantes en el cortometraje son de piel morena; en cambio todas las víctimas son de tes clara, mostrando sectorización de la sociedad.

Una de las voces más influyentes patra el análisis de los mensajes de los medios de comunicación es el periodista y crítico de televisión, Álvaro Cueva, quien analiza con diversos argumentos el video en cuestión, aseverando que hay algo aberrante y siniestro detrás de el.

Tal cómo fue públicada en el diario Milenio en su edición de este jueves, aqui exponemos la columna «El pozo de los Deseos Reprimidos» que se titula simplemente «El spot de los niños incómodos» para presentar otra cara de una moneda electoral.

También anexamos el siguiente link por si prefieren verla en video:

«Pocas cosas pueden ser más siniestras que el video Niños incómodos que le está dando la vuelta a todo México a través de diferentes medios tradicionales y no tradicionales.

¿Por qué? Porque es una gravísima alteración del proceso electoral y porque es la cúspide del chantaje, de lo barato, de lo chafa.

Obviamente no hay sistema nervioso que no se impacte ante las imágenes de esos niños haciéndola de asaltantes, policías corruptos y cosas peores como no hay retina que no sucumba ante el más estúpido de los sketches de Sabadazo.

¡Es básico! Como si una persona desnuda apareciera cruzando la calle, como cuando le suben al volumen de los canales de televisión en los cortes comerciales. ¡De seminario de rating uno!

En el remoto caso de que usted no haya visto este corto, ¿en qué consiste?

En una carísima producción, casualmente como promocional de Pequeños gigantes, que doblega nuestra mente a través del desfile de decenas de niños haciendo cochinadas light.

¿Cómo cuáles? Como asaltar, secuestrar y corromper.

¿Por qué le digo que son cochinadas light? Porque eso es nada en comparación a muchas escenas que las personas que realmente vemos la televisión hemos padecido en los últimos años con menores de edad.

Y porque es muy fácil jugar al asalto, al secuestro o a la corrupción.

¿Por qué nadie jugó en esa emisión al sacerdote pederasta? ¿Por qué nadie jugó al empresario monopólico? ¿Por qué nadie jugó a lo otro? ¿Por qué nada más a eso? ¡Por qué!

Claro, usted, como muchos mexicanos, está muy estimulado con las campañas electorales, padece sus propios conflictos, mira eso, ¿y qué hace?

Pues se enoja, le da la razón a esos niños y más cuando el remate es el de una nena diciendo:

“Si este es el futuro que me espera, no lo quiero. Basta de trabajar para sus partidos y no para nosotros. Basta de arreglar el país por encimita.

“Doña Josefina, don Andrés Manuel, don Enrique, don Gabriel: se acabó el tiempo. México ya tocó fondo. ¿Sólo van a ir por la silla o van a cambiar el futuro de nuestro país?”

Al final aparece un texto que señala: “Somos millones los que queremos un mejor país”. Firma: Nuestro México del Futuro.

¿Así o más manipulador? ¿Quién va a decir que quiere un futuro lleno de asaltantes y secuestradores? ¿Quién va a afirmar que no quiere un país mejor?

¿A qué se refiere esa niña cuando habla de cambiar al país? ¿Cambiar de qué? ¿Cambiar hacia dónde?

¿Qué es arreglar por encimita? ¿Qué no lo es? ¿Se acabó el tiempo? ¿Entonces para qué estamos discutiendo si ya se acabó? ¡Para qué!

¿Ya tocamos fondo? ¿De veras ya tocamos fondo? ¿En relación a qué? ¿En relación a quién?

¿Por qué necesariamente la culpa de todos los horrores que se muestran en este video es de los partidos políticos? ¿Por qué sólo de ellos?

¿A poco Josefina, Andrés Manuel, Enrique y Gabriel son magos?

¿Realmente los responsables de ese corto creen que una sola persona, asumiendo la Presidencia de la República, va a cambiarlo todo en automático?

Además de que, insisto, ¿de qué cambio estamos hablando? No hay candidato, en el mundo entero, que le pueda dar gusto algo que ni siquiera está definido.

La campaña Niños incómodos es una trampa. Pase lo que pase, nunca nadie se va a sentir satisfecho y nunca nadie va a tener la responsabilidad de nada. ¡Cuidado!

¿Por qué le digo que este anuncio es una gravísima alteración del proceso electoral?

Porque se está presentando como una estrategia paralela que no respeta los formatos de los spots de ningún partido, dejando en desventaja a cualquier instancia, y porque la única conclusión a la que se puede llegar después de ver esa producción de cuatro minutos es que no hay candidato que valga la pena.

¡Para qué votar! ¡Para qué creer! Mejor que pase lo que tenga que pasar para que, al final, nos podamos seguir quejando y para que cuando todo esto haya terminado, sintamos que estábamos en lo cierto, que nosotros éramos los poderosos, aunque estemos igual o peor que antes.

Con razón el primer candidato en apoyar este mensaje fue Enrique Peña Nieto. ¡Que nadie le mueva! ¡Que así se queden las encuestas hasta julio! ¡Que nadie vote!

Niños incómodos sí es algo que se tiene que discutir porque es una guerra sucia por encima de las guerras sucias y porque aunque no sea una campaña electoral, misteriosamente ha recibido todo tipo de promoción en toda clase de espacios en donde se debaten éstas y otras cuestiones.

¿Por qué Niños incómodos se discute tanto y otros videos, de otras personas o de otras organizaciones, no? ¿Qué pasaría si usted o si yo produjéramos algo más o menos similar? ¿Nos dejarían meterlo a la televisión tradicional? ¿Nos lo replicarían en tantos noticiarios?

Pocas cosas pueden ser más siniestras que el video Niños incómodos que le está dando la vuelta a todo México. ¿A poco no?

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