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La Loma de la discordia

Por Paul Alcántar

La loma de Santa María. Foto: Adid Jiménez.
La loma de Santa María. Foto: Adid Jiménez.

Cualquier área natural que se encuentre ante la amenaza del hombre debería ser defendida y protegida por el Estado Mexicano. Ya no hablo de lo importante que es proteger el planeta, de conservar su flora y mantener la fauna. Esto es más local, un pulmón que brinda el cuarenta porciento del agua potable en Morelia. La Loma de Santa María debe ser blindada ante el interés económico de una élite empresarial que no ha entendido que los recursos naturales son de toda una población y que va más allá de sus intereses comerciales.

Dicen los que defienden la iniciativa de construir la segunda etapa del libramiento de Morelia que ir a Santa María es una verdadera pérdida de tiempo,  porque hay un trafical impresionante y que desde avenida Camelinas es un estacionamiento literal en hora pico. Que llegar al Tecnológico de Monterrey o a la Universidad Vasco de Quiroga se tarda mucho y por ello la urgencia de abrir un puente, un túnel o quitar árboles de la zona para hacer el acceso más cómodo.

Pero los ambientalistas tienen razones lógicas para impedir que se haga un verdadero ecocidio en la zona. Para ellos el libramiento que se pretende construir al sur de la capital michoacana implica aumentar la plusvalía del complejo Altozano, empresa de la poderosa familia Medina que ha tirado las fichas a una apuesta altamente interesante pretendiendo competir con la otrora familia Ramírez y del grupo empresarial que administra Cinépolis; en una lucha desenfrenada para adquirir mayor influencia política y económica en Michoacán, sin importar el impacto real que sus decisiones tienen en la vida pública del estado.

Como siempre el poder público y político es el que siempre queda en medio de este conflicto entre activistas y empresarios. Fausto Vallejo, siendo presidente de Morelia durante el trienio pasado, no es ajeno al conocimiento de esta lucha de élites y de intereses económicos que representa la Loma y el ejido de Jesús del Monte.  Incluso tiene ahora el peso de la familia Calderón Hinojosa que tiene intereses claros para que este capítulo se cierre a favor de los accionistas del proyecto Altozano, simpatía que quedó claro por este medio que dio a conocer, en exclusiva, un encuentro que el Presidente de México mantuvo con ese grupo en Tzintzuntzan en las vísperas del pasado 30 de septiembre.

Todo indica que la lucha se mantendrá por un tiempo mayor y que los defensores de la Loma de Santa María parece que no cederán ante nada.

Ojalá así sea.

Chapulines

1.- Deberían las otras organizaciones “sociales” sumarse a esta lucha ambiental. No veo a los líderes magisteriales de la CNTE hablar del tema o los huelguistas de la UMSNH. Grilleros a final de cuentas.

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