La izquierda ¿perdedora?
Por Paul Alcántar
¿Qué tanto se puede hacer desde el Congreso de la Unión? Creo que mucho. ¿Hasta cuándo la izquierda asumirá la responsabilidad que conlleva ser oposición? En mi columna del miércoles pasado plateaba puntos importantes sobre la jornada electoral que nos tocó vivir con entusiasmo, pero pareciera que no ha caído el veinte a quienes les hemos dado nuestro voto, literal, de confianza.
El PRD con su movimiento progresista tiene la obligación de negociar con la bancada del PRI que dependerá de Enrique Peña Nieto y de su equipo inmediato. Manlio Fabio Beltrones –ese lobo de mar que tiene 30 años influyendo en la política nacional de manera discrecional- aunque no es del círculo cercano del próximo presidente de México, será una pieza importante para Los Pinos para acercarse con los parlamentarios de todos los partidos. Todo indica que el sonorense será el coordinador de los diputados priístas a partir del próximo 1 de diciembre y hasta ahora se ha mantenido al margen de las impugnaciones legales que el Peje promovió desde la semana pasada.
Y es que del arte de la política mexicana los priístas son los grandes fundadores que manejan la mesura cuando es necesario y a su antojo. No ha habido por parte del PRI, hasta ahora, una respuesta provocadora ante las amenazas de Andrés Manuel de tirar la elección, sino lo contrario: le apuestan al conteo voto por voto, casilla por casilla sin caer en el error del 2006 donde los panistas rechazaban cualquier posibilidad que implicara abrir los paquetes electorales.
El PRI tantea la temperatura anímica del tabasqueño para abrir camino a un diálogo con la futura bancada de las izquierdas en San Lázaro y en el Senado de la República.
Pero el mensaje aún no lo entiende el Movimiento Progresista y cabría el error garrafal de dejar que el tricolor pacte nuevamente con el PAN para hacer lo que se les antoje.
Como bien lo dijo mi buen amigo Gustavo Gordillo en su artículo de La Jornada del sábado pasado, una de las enseñanzas que deja la elección de este año es el reconocimiento que la izquierda debe hacer sobre las victorias y las derrotas. Si en esta elección la izquierda no asume que también es responsable de su victoria en el Congreso y de su derrota para la Presidencia, entonces dejará pasar nuevamente la oportunidad de construir desde el PODER.
Y los costos serán para el 2015… y el 2018
Chapulines
- Amén de que AMLO pare que el conflicto que construye sea con menos pedradas que el 2006. Si las izquierdas quieren asumir ese papel responsable de la oposición será necesario que construyan la agenda legislativa ajena a los caprichos del tabasqueño. Así no se avanza.
- La presión mediática de las televisoras para que AMLO reconozca su derrota falta a la civilidad pactada que firmaron los cuatro candidatos presidenciales. En especial, Televisa debe dejar de incentivar a la confusión de que el candidato es un violador de la ley electoral.
Twitter: @paulalcantar
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