SOFTNEWS

La Buena Educación

“Trata a los demás como quieres ser tratado” es el consejo más sabio que me han dado en la vida. Nunca me ha fallado, no me he metido en grandes problemas, pido las cosas por favor y doy las gracias porque eso no me quita nada, por el contrario, me engrandece. Cuando llego a algún lugar, saludo y si me voy, me despido. No importa si no conozco a la gente, es más, hasta les deseo “un buen día”, porque en cierta forma lo digo para mí.

Cualquier persona merece mi respeto, sobre todo si tienen autoridad. ¿Contestarle a mi mamá cuando era adolescente? Creo que las hormonas me llevaron a hacerlo un par de veces y no se me hizo costumbre ¿Esconderme de mi padre para salirme a escondidas? ¡Ja! Todos saben que en cuanto él me dice que debo estar en casa, ahí me voy sin chistar. ¿Pelear con un jefe completamente deschavetado? No, me da mucha flojera la gente prepotente y mandona. Yo no soy así. Cuando algo no me gusta, simplemente lo digo y me voy. Sé que el mundo no se mueve alrededor de mí, por lo que puedo ir a buscar mis rincones con toda facilidad.

No confundir. Tampoco soy la Reina de la Primavera. Quienes me conocen, saben también de mis berrinches, mis ojos que no saben callarse, cómo me encanta el humor negro, lo cínica y sarcástica que he podido llegar a ser, mi constante desahogo de frustraciones (soy de las que anda contando su vida, jeje aquí me tienen), mis críticas un tanto lascivas y por supuesto, la facilidad con la que lloro de coraje.

Sé pelear, sé defenderme. Puedo mentarle la madre al camionero que se me cerró mientras manejaba por el Libramiento. No tengo complicación en ver a los ojos al güey que me desnudó con la mirada, mientras me lanzaba un piropo macabro, para recetarle un marcadito “im- bé- cil”. Soy capaz de aclarar malos entendidos, sostengo mi palabra y pido disculpas si es necesario.

¿Qué creen? No agandallo y no batallo. Me he dado cuenta que con buenos modales, he conseguido más que muchos otros con exigencias absurdas. Me parecen ridículas las manifestaciones de prepotencia. Muy ridículas.

“Trata a los demás como quieres ser tratado” debería ser una especie de materia en todas las escuelas, un tema trascendental para poder pasar de año. Así, gente como las Ladies de Polanco, la Lady de las Lomas, el gran empresario Miguel Moisés Sacal Smeke y el ahora exfuncionario Juan Francisco Arias ni siquiera habrían pasado de segundo grado, por ser socialmente analfabetas.

Twitter: @LaEriz

Facebook.com/ColumnaChangoonga

Botón volver arriba