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JournalRebel…Encontrando otros caminos.

Diciembre es un buen momento para reflexionar, aunque sea un poquito. Aunque a veces no nos den tantas ganas, como a mí hace un año me faltaban y lo narraba en este mismo espacio.

By: Itzia Ramos

ITZIA

Pero, claro, han pasado unos cuantos cientos de días. Muchas cosas pueden suceder en ese tiempo.

Parafraseando a uno de mis poetas favoritos, Phil Kaye, ves un amanecer demasiadas veces y se convierte en 6 AM. Si nos descuidamos, la repetición es un arma silenciosa que le quita el sentido a nuestras acciones. Por eso, si no queremos reflexionar sobre lo que sigue o lo que antecedió, por lo menos podemos hacer el esfuerzo consciente de estar donde estamos, absorbiendo cada detalle. Evaluar si en verdad queremos estar aquí. Y si la respuesta es no, sería bonito atrevernos a hacer nuevas preguntas.

Tal vez hace un año no tenía ganas de pensar porque no tenía el ánimo de hacérmelas. Recuerdo que sólo dije algo parecido a «quiero comenzar a hacer lo que quiero», un propósito estructurado de una manera tan ambigua que parece un problema de lógica. Y es que yo sabía que para llegar a donde quieres primero tienes que hacer muchas cosas que no quieres, así que era mejor no ser concreta, como si así pudiera evitarlo.

Este año, sin embargo, dejé de posponerlo y salí a buscar. Fue confuso, incómodo a veces y algo aterrador, pero encontré nuevos caminos. Les ahorraré los detalles porque no vengo a contarles mi historia de vida, vengo a darles un poco de contexto para que entiendan la sola frase de mi recapitulación anual: a veces hay que brincar y ya.

No somos una partícula tan insignificante en el Universo como para pasarnos la existencia pensando en las consecuencias de lo que podría pasar. Hay que aceptarlo: a grandes rasgos, nuestras vidas no importan tanto. Mi choro existencial de la adolescencia que hoy desarrollo tampoco es de vital importancia para la humanidad. Y eso está bien.

Por favor no piensen que he perdido el sentido de la vida y les estoy invitando a que ustedes también lo pierdan. La vida tiene mucho sentido. Sólo digo que a veces le echamos mucha crema a los tacos… ¡y lo digo yo de todas las personas!

Así que, por favor, si quieres (y puedes, no todxs tienen el privilegio de soltar y buscar, ya saben) hacer algo, hazlo. Brinca. Tírate. En el peor de los casos regresas todo adolorido a donde estás y en un tiempo te recuperas. En el mejor, habrá valido la pena que haya escrito todo este rollo que parece libro de autoayuda o imagen de Piolín en extenso.

Estoy muy agradecida de haber encontrado a las personas con las que hoy comparto mi día a día, de estar donde estoy. Volvería a hacer todo lo que hice para llegar a este lugar. ¿Lo harías tú?

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en su tiempo libre.

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