Jesús …¿Aún Reyna? / By @ellycastillo

Por Elly Castillo

Año 2005: En los pasillos del Congreso de Michoacán se estilaba una broma entre los diputados locales en referencia a uno de sus compañeros, el presidente de la Junta de Coordinación Política. “Lázaro Cárdenas -Batel- podrá ser el gobernador pero aquí, Jesús, reina”.

La referencia “chistosa” al entonces coordinador de la bancada del PRI era una forma de reconocer el control que tenía no sólo sobre sus correligionarios, sino sobre buena parte de la clase política michoacana. Tan así, que Jesús Reyna ha sido el único diputado local que ha podido hacer que los otros 39 legisladores sesionaran de manera puntual a las 10am.

Al año siguiente se fue, brincó, a la diputación federal vía pluri, y el desorden en el Congreso del Estado regresó, empezando por la impuntualidad en las sesiones.

En el 2007 no hubo michoacano que no le siguiera “la corriente” al candidato a la gobernatura de parte del  PRI al son del pregón “¡Ya llegó Jesús”, un slogan que instrumentó la mercadóloga política Gisella Rubach quien en su momento, mucho después de las elecciones de ese año, “confesó” que desde el principio sabían que Jesús Reyna -empezando por él mismo- no ganarían las elecciones ni tenía posibilidad de competir  contra el perredista Leonel Godoy y el panista Salvador López, y de ahí que el “¡Ya llegó Jesús!” con clara connotación a Jesucristo, se usara como una medida algo desesperada para hacer competir lo más posible a un candidato por demás impopular.

Reyna quedó en un lejano 3er lugar, como su equipo lo pronosticaba. Pero Leonel Godoy obtuvo la ventaja suficiente para vencer al panista López Orduña, y mucho, gran parte, se debió a la  operación -operatividad- de Jesús  para restarle puntos al PAN. Desde ahí se empezó a forjar la versión del sólido compadrazgo entre Godoy y Reyna, forjada en sus años de estudiantes de Derecho en la Universidad Michoacana, aunque luego el priísta negara tal lazo.

Tras esa ¿derrota? del 2007, Reyna regresó a su retiro mediático. Al igual que su mentor, el ex gobernador Ausencio Chávez, Jesús se mantenía con un perfil bajo, y dejaba a sus personeros, ya fuese líderes transportistas o estudiantiles, que se hicieran cargo de protestar o reclamar cuando había que levantar la voz y “presionar” a la administración de Godoy Rangel para que no se olvidara  de cómo obtuvo la victoria.

Algo así como la mano que mece la cuna; uno de los titiriteros que mueve los hilos de la política local; el poder detrás del trono.

¿Se han fijado que desde que regresó el PRI al gobierno del estado,  en Morelia no ha habido una sola manifestación masiva de transportistas, cuando en los gobiernos perredistas era una constante ver chafiretes y ruleteros cerrando la av. Madero, con rutas parando por completo?

Oriundo de Huetamo, José Jesús Reyna García no es cualquier político ni mucho menos. Así como Leonel Godoy no hubiera ganado la elección sin su cooperación, tampoco lo habría hecho Fausto Vallejo. De hecho ese fue el acuerdo en el 2007: “Primero voy yo, y luego tú Fausto”.

Por eso Fausto lo puso a co gobernar, primero como secretario de Gobierno y luego como gobernador interino y luego otra vez como secretario de gobierno. Sabía, sabe, que no podía, no puede, despegarse de Chucho.

Yo no sé ni tengo certeza alguna de las acusaciones contra Jesús Reyna y su presunta colusión con Los Templarios mismas que al parecer lo han llevado  a la PGR . De hecho, a su favor puedo decir, e incluso elogiar, su apertura para con los medios de comunicación, para hablar directo y de frente ante cualquier cuestionamiento que se le haga por más incómodo que este sea.

A diferencia de políticos como Fausto Vallejo  que prefieren “cortar” entrevistas cuando estas se ponen incómodas o evadir al reportero cuando esté le inquiere, al secretario de Gobierno le gusta aventarse al ruedo de los medios (ahí están sus comentarios jocosos en las ruedas de prensa siendo gobernador interino con los cuáles se “ganaba” a la prensa para relajar el bombardeo de preguntas).

Incluso, alguna vez, yo trabajando para El Universal en el 2011, Jesús Reyna nos brindó una entrevista secreta elaborada en conjunto con el periodista Alejandro Suverza para hablar del narcotráfico y su poder en Michoacán.

A cambio de la discreción para no citarlo como fuente directa,  el licenciado Reyna, como lo llaman la mayoría de sus colaboradores cercanos, nos dio datos muy concretos, algunos incluso escalofriantes, de la situación que se vivía -se vive-  en varias regiones del estado, hablando abiertamente sin cortapisas ni tapujos, de manera llana, sin rodeos.

El 25 de noviembre del 2013  en un desplegado publicado en la prensa, Jesús Reyna dijo estar dispuesto a someterse a una investigación de índole federal luego de una serie de acusaciones vertidas por el líder de autodefensas, José Manuel Mireles, quien incluso lo señaló de estar emparentado con La Tuta: “tengo una responsabilidad pública, la que he atendido con responsabilidad y respeto para los michoacanos, tengo abiertas mis acciones, mis actividades y todo lo relacionado con mi persona, para que la autoridad, principalmente la federal, las conozca cuando y cuanto quiera y, de ser el caso, determine si tengo compromisos, pactos o he tomado decisiones o realizado acciones para pretender beneficiar a un grupo de delincuencia o a algún delincuente”.

Hoy, cinco de abril de 2014 la pregunta es: Jesús ¿aún Reyna en Michoacán?

Cosas que ahí están pero a nadie le interesan:

¿Dejará el PRI nacional sólo a Jesús Reyna cómo lo hizo ya con el ex dirigente en el DF, el padrote de Cuahutémoc Gutiérrez?

TRUCHAS: Hay un inquietante comunicado que circuló este 2 de abril en redes sociales a nombre de las Autodefensas, un extracto: «Hoy queremos hacer este penúltimo llamado a Servando Gómez Martínez «La Tuta», cuando al parecer ya es inminente su captura o muerte, queremos decirle a este individuo que esperemos por estos días se mantenga sobrio y sin inhalar, que ya esta llegando el final de la alianza maldita que creó con JESUS REYNA GARCIA, la cual llevó al PRI a hacerse con el poder en el estado de Michoacán».

Apenas el jueves en Jiquilpan, La Tuta estuvo a punto de caer en manos de las Autodefensas.

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