El impase de los tontos // By Camila Cienfuegos

Por Camila Cienfuegos (Alias Nanche)
Si hubiese sido un secuestro “típico” el del periodista Salvador Adame, seguramente ya se habría pedido un rescate; habría contacto previo de los plagiadores con la familia y se estaría en un proceso de negociación para fijar una cantidad de dinero que en teoría, sería para respetar la vida y posterior liberación del también empresario de medios. Lo atípico del caso, en cambio, podría interpretarse como un ajuste de cuentas no vinculado al pago de un rescate, pero a casi dos semanas del infame crimen, nada se sabe de Adame…hasta que presuntamente se filtraron algunos “avances” a un portal de noticias local.
Fue entonces que el mismo lunes, en rueda de prensa con algunos medios selectos, el secretario de Gobierno, Adrián López Solís y la Coordinadora de Comunicación, Julieta López, se decidieron entrevistar con los periodistas para decir nada distinto: que se sigue trabajando en la búsqueda de Adame, aun cuando en el caso ya participe activamente la autoridad federal.
La reunión llevada a cabo en la sala de gobernadores de Palacio de Gobierno no presentó avance alguno para dar con el paradero de Adame; más se asemejó al dicho popular que dice “dar atole con el dedo”. Y quizá en el afán de que no se fueran con las manos vacías, los servidores públicos hicieron hincapié en “trabajar unidos en la Ley de Protección a Periodistas”, como lo comprometiera el gobernador Aureoles previamente en otra reunión con periodistas de la región de Apatzingán, “con respecto a las condiciones que enfrenta el gremio periodístico en Michoacán”, versa torpe y apuradamente el comunicado oficial que horas después circuló ampliamente.
Es entendible que el #GobMich está obligado a informar y, sin comprometer la investigación, dar avances, pero al hacer un análisis de lo dicho por los funcionarios, parece que hay prioridades, como las de la coordinadora de Comunicación, Julieta López, que en su cuenta de redes sociales se manifiesta dispuesta (primeramente) a participar activamente con los comunicadores para establecer una Ley de Protección a Periodistas y, en segundo término, el “compromiso institucional para localizar con vida a Salvador Adame”. La oaxaqueña no parece preocupada por el caso, al menos no tanto como con la innecesaria ley.
Pero es el procurador, Martín Godoy el que con dolo o irresponsabilidad (si no es que ambas) riega el tepache, es el responsable de adelantar a manera de filtración no solo la investigación, sino juicios previos y valores que comprometen la moral, el honor y la dignidad de la familia Adame…la hipótesis de la Procuraduría es que el periodista habría sido secuestrado en represalia por mantener nexos con tres personas “con cierto estado civil”, es decir, que se deja entrever que el secuestro de Adame no necesariamente estaría vinculado con su labor periodística sino con un lío de faldas. Otra teoría es que Adame debía dinero, pero cualquiera que sea la verdad, pareciera que la autoridad desea blindarse y amortiguar el duro golpe que implica afrontar un posible desenlace que a nadie gustará.
Al final, el triste y escueto saldo de lo comunicado por las autoridades no satisfizo, no es ningún avance, más bien es una suerte de impase de tontos; una manera de hacerse bolas, como una torpe maniobra que les permita ganar tiempo mientras el caso se resuelve solo.
 
¿ES NECESARIA LA LEY DE PROTECCIÓN A PERIODISTAS?
Yo no lo creo. Si la solución fuera crear leyes en cantidad industrial, este país ya estaría mejor.
 
 
¡Excelente miércoles para todoooooooooos!