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Hechos y deshechos…Educación sin brechas.

El derecho imprescindible que tenemos todos los mexicanos y en especial los michoacanos por recibir una educación, en cualquier rincón de nuestra geografía, abre nuevamente la avalancha de señalamientos...

 By: Javier Lozano.

En Michoacán: un ambivalente ejercicio.

El derecho imprescindible que tenemos todos los mexicanos y en especial los michoacanos por recibir una educación, en cualquier rincón de nuestra geografía, abre nuevamente la avalancha de señalamientos que hacemos porque nuestro sistema educativo Estatal: no ha sido retroalimentado por un programa integrador que vincule la ruta para mejorar cada una de las carencias que requieren las distintas modalidades; este, apenas si sobrevive porque hay maestros comprometidos que intensifican su función a pesar de las precariedades de su ambiente educativo, por su liderazgo, vocación y gestión que realizan al frente.

La percepción que tenemos miles de personas, es que ha predominado el olvido, y no se han concentrado los esfuerzos para fortalecer las herramientas y mecanismos que que tengan la integridad que nuestro Estado requiere de manera urgente.

El derecho que tiene el Estado de brindar educación es ineludible; e incluso, este puede demandarse, cuando no se cumpla.

¿Pero por qué no se hace?, ¿Cuáles han sido las limitantes?

El Estado debe dar cumplimiento por norma, así mismo, una accesibilidad que garantice tener una educación de calidad.

Desde hace 6 años que entro en materia de ejercicio la extinta reforma educativa que llegaría a Michoacán a producir cambios sustanciales según la narrativa de los encargados de hacer política, no trajo más que un estancamiento; esos mismos seis años, el Estado de Michoacán ha estado con un nivel escolar muy bajo, según el indicie de desempeño incluyente de Mexicanos Primero; Michoacán no tuvo avances, al contrario, un retroceso marcado por la desigualdad en los indicadores que arrojan los parámetros para recolectar la información que permita evaluar el desempeño y rendimiento académico.

La modernización, equidad, incursión, desempeño, calidad y acceso a través de las distintas modalidades ha sido su principal talón de Aquiles de la secretaria de educación estatal. Una quimera, una utopía, y un irracional discurso que ha generado un profundo debilitamiento y un vacío que por lo menos produzca soluciones a las miles de demandas que tienen no solo las instituciones, sino los gremios sindicales.

Esta secretaria ha perseguido otros aspectos políticos; objetivos ligados a impedir que la atención se centre en los verdaderos problemas educativos que tiene nuestro estado. Sin embargo la extraña actitud que muestra para avanzar en los temas que han constituido un retroceso en nuestro Estado, parecen no tener una respuesta oportuna. Las expectativas que existían, radicaban en mejorar el ejercicio educativo, que fuera flexible para toda la sociedad en general y que alcanzara la participación y actualización pedagógica necesaria. No se han ofrecido alternativas de nada; solo se ha alimentado la misma concepción e imagen de la demagogia que hay al interior de la institución y dependencia educativa. Desafortunadamente el estigma que tiene Michoacán, no ha podido superar esa barrera cultural por consolidar un programa integral y equitativo: que rompa con el paradigma de sus políticas educativas.

Parece que el elemento principal como afirma  Noam Chomsky: es desviar la atención del público de los problemas realmente importantes, lejos de las dificultades que realmente aquejan  al sistema educativo estatal.

Los michoacanos queremos una educación que esté ligada a la innovación sociocultural a través de un programa integrador e instruccional completo; que sea una opción para que miles de jóvenes y niños encuentren la dirección y la viabilidad de acceder al progreso social y cognitivo. Esto no se ha logrado, y hay que señalarlo así, porque Michoacán ya merece tener una plataforma educativa sin distinciones, con igualdad e integradora a los beneficios que culminen en mejores servicios educativos.

La SEE debe revalorar sus funciones, para así mismo satisfacer la demanda que requiere nuestro Estado; nuestra intención es hacer una crítica que para que las autoridades hagan una introspección de que nuestra educación no camina, pero no marcha: porque la voluntad política a veces muestra la parsimonia como una concepción de hereditaria y patológica en cada administración.

Los michoacanos queremos una educación sin límites, solida e integral en cualquier rincón donde esta se requiera; que las brechas no sean el parteaguas para que los gobiernos elaboren un programa que acerque a la erradicación de los factores que ya hemos mencionado, y que son los que han penetrado en los cambios que la educación requiere de manera urgente.

Hay muchos matices por trabajar; y un desafío enigmático.

La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura, para la adecuada formación del ciudadano”.  (Restrepo 2000)

Notas finales: Por cierto hay muchos funcionarios adjuntos a la SEE que su función y trabajo ha sido superfluo; ha sido sobrante, una más del montón. Sobre todo aquellos que están encargados de tomar decisiones que incidan en mejorar.

Nos vemos el próximo lunes.

Mtro. Javier Lozano; trabajo como tutor docente en la modalidad virtual en el nivel superior; así mismo, fui propuesto para trabajar en el diseño del marco curricular de una institución educativa. Pasatiempos: convivir en familia y la lectura: una de mis grandes pasiones.

Referencia:

Restrepo (2000). El derecho a la educación. Desde el marco de la protección integral de los derechos de la niñez y de la política educativa. Bogotá, Colombia.

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