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Fachoso Y ‘Estornudón’ Vicentico Cantó E ‘Infectó’ Esta Noche A Morelia 

El cincuentón del pantalón roto interactuó con los presentes, a los que también hizo chistes sobre el coronavirus y se rió preguntándoles por qué nadie lo quería saludar mientras estornudaba de nuevo

STAFF/ Vania Montes

En el que él llamó como «el último de los conciertos del mundo» en alusión a la situación de alerta por el Coronavirus, el más freak de los rockeros argentinos llegó a Morelia, Vicentico. Cerca de las 9:20pm comenzó a sonar en el Palacio del Arte  «Ya no te quiero» y los chavorrucos lo ovacionaron. Con su personalidad desaliñada y antipática, se limitó a cantar sin saludar a su público que trabajosamente poblaría los asientos del ruedo y algunos lugares en general. Tocó la guitarra, los teclados y cantó con la misma energía de cualquier amigo crudo, lo que podría ser ya que bebía agua en cada canción.

Cerca de las 10 de la noche y luego de estornudar a modo de broma, saludó al público moreliano que cantó con él algunos de sus éxitos: Paisaje, Algo contigo, Vasos vacíos;  y tras justificar que tocaría solo la guitarra acústica porque le faltaban músicos para los vientos y que no pudieron llegar porque venían de Alemania. El cincuentón del pantalón roto interactuó con los presentes, a los que también hizo chistes sobre el Coronavirus y se rió preguntándoles por qué nadie lo quería saludar mientras estornudaba de nuevo; esa interacción se la debía a su público que en el concierto anterior en el Teatro Morelos le reprochó lo cortante…

“Fuiste un regalo que no pude abrir” se escuchó y los fans la reconocieron al corearla. El único mensaje medianamente político fue al cantar una canción alusiva al Ché y advirtió que este podía ser el último concierto del mundo.

El público se entregó cual si le creyeran y le pidieron que regresara al escenario luego de una hora y media de música. Ocasionalmente sonreía y aunque las luces cegaban  a los presentes al grado de apenas distinguir al intérprete, fue un concierto que se disfrutó al máximo. El otrora vocalista de Fabulosos Cadillacs, ya casi al cierre del concierto cantó una melancólica versión de basta de llamarme así al piano, para luego poner a bailar a todos con Los Caminos de la Vida…

 

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