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Ex Policia Convertido En Asesino Se Entregó A La Policía Porque Comenzó A Ver Al Diablo

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José Alberto Pérez Aranda, de 36 años, apodado “El Chato” o “El Tino” es un ex policía convertido en asesino arrepentido: La Procuraduría de Justicia de Nuevo León ejecutó la tarde de ayer una orden de aprehensión a  Pérez Aranda quien se entregó por arrepentimiento en la Policía Ministerial, donde confesó que participó en el secuestro de un estudiante de 17 años, a quien entregó a un grupo de la delincuencia organizada y horas después apareció ejecutado.sicario ve al diablo

El inculpado ingresó al penal del Topo Chico ayer por la tarde, donde quedó a disposición del Juez Quinto de lo Penal de Monterrey. El Ministerio Público lo acusó de privación ilegal de la libertad en su carácter de secuestro tras permanecer arraigado en las instalaciones de la Policía Ministerial.

Esto luego de que el Chato se entregó a la Policía Ministerial  presuntamente agobiado y arrepentido porparticipar en el secuestro del estudiante. En su declaración aseguró que además acudió a la autoridad porque en su hija de 8 años de edad, comenzó a ver la cara de un demonio y cree que el diablo ha empezado a poseerla, por lo que pensó que si confesaba el crimen que cometió la menor volvería a estar bien.

Contó que el 13 de julio del 2010 junto con otros cómplices privaron de la libertad a Alejandro Elías Luna Alvarado, de 17 años de edad, cuando éste manejaba su vehículo Passat en la colonia Alfonso Reyes. Aseguró que antes habían perseguido dos vehículos sospechosos, entre ellos un Jetta color blanco, pero se escaparon y al observar el Passat con el menor creyeron que era uno de los autos que buscaban.

Momentos después entregó al joven a un grupo de delincuentes ligados a los Zetas que estaba encabezado por Juan Francisco Zapata Gallegos, apodado “El Billy”, quien era cabecilla de ese grupo en la zona sur. Precisó que lo entregó en la parte trasera de la tienda Soriana, en la Colonia Valle de las Brisas, y vio cuando los delincuentes los bajaron y lo empezaron a golpear, pero en ese momento se retiró y ya no supo más.

Al día siguiente por la mañana cuando su cómplice, otro ex policía, que era su jefe, le enseñó la portada de un periódico, donde vio a cuatro hombres ejecutados, entre ellos estaba el menor que había entregado. En ese momento, dijo, sintió mucha culpa, comenzó a vomitar y sintió los brazos calientes y no pudo laborar más, según él, por haber entregado a un inocente al grupo de sicarios.

Fue el 14 de julio del 2010, a las 5:00 horas, fue encontrado el cadáver del adolescente, junto con otros trescuerpos sin vida, en un área donde convergen las calles Eugenio Garza Lagüera, en la Colonia Antigua Hacienda San Agustín. Los otros ejecutados fueron identificados como Horacio González Acosta, de 29 años, Rubén David Aranda Ortiz, de 55, y Samuel Eduardo Gaytán Valdez, de 22.

*con info de lapoliciaca.com

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