STAFF/ Eliza Flores-@eliz_ffp
El número de mujeres en México que denuncian una violación es mínimo, las estadísticas nacionales de abuso sexual no reflejan la realidad de estos delitos en el país. Las cifras reportadas por el INEGI hasta abril de este año fueron 1,778 llamadas por abuso sexual y 1,291 por violación al 911. El INEGI registró que al menos 20.8 millones de mujeres señalaron que sufrieron agresiones sexuales entre octubre de 2015 y octubre de 2016, para el 2018 solo tiene un registro de 126 violaciones sexuales.
“Sin embargo existen otras cifras que no tienen que ver con las denuncias y que se pueden obtener de otras fuentes serias como México Evalúa quienes comprobaron que el 99.7% de las mujeres agredidas sexualmente en el año 2019 no acudieron a denunciar, es un problema ya que las estadísticas no reflejan la triste realidad en el país” así lo dio a conocer en entrevista Militza, abogada y activista feminista.
Militza también nos habló de el estigma social que conlleva denunciar una violación, ya que ella considera que en la actualidad se sigue viviendo en un sistema patriarcal y machista, en el que resulta difícil para las mujeres aceptar que han sido víctimas de abusos sexuales durante su vida.
Existen diversos factores por los que las mujeres deciden no denunciar una violación, uno de ellos y que es de los más importantes es la serie de procesos que tiene que atravesar la víctima una vez que ha sido ultrajada, ya que al llegar ante el Ministerio Público a declarar, muchas veces se le revictimiza y los procesos para recabar las pruebas del delito suelen ser violentos y traumáticos, sumandole a esto el hecho de que aún pasando por los procesos legales la impunidad es latente.
Militza comentó además que “uno de los temas más dolorosos de la violación es que los actos se cometen dentro del hogar de la víctima y por familiares: padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, o hasta el mismo esposo”, hacer una denuncia contra uno de los familiares puede propiciar que los círculos de violencia intrafamiliar se intensifiquen una vez denunciando el abuso.
Existe en la actualidad un tema tabú, “los novios y los esposos también violan”; en las familias mexicanas aún esta muy arraigado el pensamiento de que “la mujer debe cumplir con su mandato de satisfacer a su marido y acceden a tener relaciones sexuales aún en contra de su voluntad, o que son obligadas a tener relaciones sexuales por los círculos de violencia que se viven al interior de los hogares mexicanos y que son normalizadas en la cultura machista de México”, finalizó Militza.
