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Ella sólo es sirvienta de sí misma

Por Paul Alcántar

Saquen calculadoras y hagamos cuentas: de 1946 a la fecha el sindicato nacional de maestros sólo ha tenido tres líderes: Jesús Robles Martínez (1946 – 1972), el ex gobernador y senador potosino Jonguitud Barrios (1972 – 1989)  y la ex diputada federal Elba Esther Gordillo, quien al momento de ser propuesta por Manuel Camacho al presidente Carlos Salinas ella contaba con una creciente carrera sindical en el oriente del Valle de México, en específico en el municipio de Nezahualcoyotl.

Era 1989 y el entonces  presidente de México necesitaba un liderazgo fresco que impidiera que el recién movimiento magisterial de la CNTE, originado en Michoacán y apoyado por la naciente corriente política de Cuauhtémoc Cárdenas, pudiera desestabilizar socialmente el recién régimen salinista que necesitaba de adeptos para legitimarse en medio de acusaciones de fraudes electorales que lo llevaron a Los Pinos.

Fue Manuel Camacho, hombre de todas las confianzas de Salinas, quien a través de Marcelo Ebrard colocaron en la mesa presidencial el nombre de Gordillo para sustituir a Barrios, quien ya había perdido el control de sus agremiados no sólo en Michoacán sino en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Carlos Salinas acepta las recomendaciones de Camacho y Ebrard y es el mismo presidente, según lo cuenta Ricardo Raphael en su libro Los socios de Elba Esther, quien le pide a Jonguitud salir de la jugada política y ceder todo el poder a la profesora chiapaneca. Obvio, debía existir una asamblea simulada con los delegados para ungir a la maestra.

Y así sucedió, en octubre del mismo año del 89 Elba Esther Gordillo Morales fue “elegida” con los votos de los delegados plenamente trabajados desde la presidencia de la República, como líder magisterial del SNTE. Veintitrés años y muchas cirugías plásticas después, la profesora rural ha demostrado su músculo mediático al ser reelegida por otros seis años más lanzando un mensaje claro a las clases política, empresarial, sindical y al gobierno saliente y entrante: que ella no se irá, que ella sí seguirá alimentando su poder porque ella no es la sirvienta de nadie.

Sólo de sus intereses, eso me queda claro.

Chapulines

Y por las mismas andadas anda Carlos Romero Deschamps, el líder de los petroleros. Reelegido para seguir perpetuándose en el poder sindical, creciendo su fortuna personal y sin tocarle un solo pelito al ahora senador priísta.

Twitter @paulalacantar

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