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El único político honesto

Por Luis Bracamontes

Ya que se acerca cada vez más la prueba más fidedigna e irrefutable de que nuestro país es democrático y que para nada las elecciones para presidente son manipuladas por intereses mayores (ej. los de E.U.), sería interesante poner sobre la mesa una de las premisas más básicas para el mexicano promedio: “Todos los políticos son corruptos”.

Usualmente esta frase (que es muy recurrente en las charlas de la polaca) es acompañada con una ensalada de pesimismo y un aderezo de resignación, pero rara vez nos detenemos a pensar en la verdad tan a la vista que se esconde detrás.

Los políticos no salen de una vulva madre de corrupción ferviente por manjares económicos; ellos salen del pueblo…Unos de la prole, otros de alcurnia; pero al final de cuentas, del pueblo, de entre nosotros.

ONE OF US, ONE OF US *en tono de secta diabólica*.

Y claro, es más que evidente esto; pero a lo que voy es que si nosotros, como simples mortales, nos híper encabrona que se vuelven descaradamente los “dinelos” del país que para que comprarse castillos en Francia o que sus nenes vayan en helicóptero al colegio, ¿por qué cuando un humilde don nadie se vuelve diputado, sigue haciendo las mismas chingaderas?

Lo cierto es que usualmente las cosas tienden a cambiar desde abajo. ¡Nomás miren la revolución francesa! La “prole” de ese tiempo le dio la vuelta por completo tanto a la organización de Estado como a la concepción de los derechos humanos y otras cosas.

Podremos quejarnos todo lo que queramos de la corrupción del gobierno, pero lo cierto es que todos formamos parte de él de alguna manera y somos parcialmente responsables de que las cosas estén como están.

¿Sabían que quien creó la píldora anticonceptiva fue un mexicano? ¿No? Neta, búsquenlo en Google. Bueno, y después de este comentario random, me despido, bombones.

Twitter: @LAHBdotcom

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