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El tianguis del horror

Por Ann.

Todos los días nos llevamos lecciones, aunque no lo parezca, todos los acontecimientos en nuestra vida por mínimos que sean vienen con su respectiva dosis de aprendizaje implícito.

Resulta que ayer fui al tianguis con mi mamá, la verdad es que no me agrada mucho ir a los mercados, pero cuando hay que ir, voy. Cuando salgo a algún lugar que se encuentra relativamente cerca de la casa me llevo a Chabela con su pechera, collar, cadena y bolsitas para las popis. Casi casi le llevo pañalera a la muchacha.

Estábamos en el puesto de las verduras y un morrito como de 5 años comenzó a lanzarle puntapiés. Como ella es un perrito muy tranquilo ni caso le hizo, pero en cuanto me percaté de ello, le llamé la atención al niño: “A los animalitos no se les pega”. Su mamá volteó enojadísima, si sus ojos hubieran sido cuchillos me los hubiera clavado hasta atravesarme. Lo que me dejó helada fue su reacción, en lugar de reprender al chavito, porque desde donde lo vean lo que hizo estuvo mal, solamente vociferó con todas sus vísceras “¡pinche perro!”.

Mi mamá volteó y le explicó a la señora lo sucedido, “disculpe señora, pero son seres vivos y no se les debe maltratar” pero la “lady arrabal” solamente comenzó a insultarla. Al ver la escena me comenzó a hervir la sangre y me dieron ganas de ahorcarla; mejor nos alejamos dejándola ahí, a mitad del lugar, gritando barrabasada y media. La gente la miraba con desconcierto.

Mientras nos alejábamos mi mamá me dijo: “mejor dirígete a la mamá o papá para que le llamen la atención”… Sí, tiene razón. Pero, ¿cómo es posible que los padres no les enseñen a sus criaturas a respetar animales, personas u objetos? ¡Al prójimo, pues! Mucha gente hoy en día siguen teniendo comportamientos peores que cavernícolas.

¿En dónde fregados quedó el respeto? ¿Qué no hay que cuidar lo propio pero lo ajeno aún más por no nos pertenece? ¿En dónde quedó la responsabilidad? Es muy fácil señalar al otro para no respetar y responsabilizarse de los propios actos. “Lady arrabal” alegaba que como Chabela es un “‘pinche perro’, cagaría y mearía donde fuera”, pero hasta los animales muestran mejores maneras que muchas personas como ella.

Sé que estas cosas por desgracia no cesarán y que siempre existirán los antagonistas en todas las historias, ¿pero qué les digo si ustedes también lo saben? En Morelia ya hasta se nos hace de lo más común que hayan tomas, bloqueos, etc. La transgresión se ha vuelto cotidiana y no se vale.

Como les mencioné al principio, todo en esta vida es aprendizaje y la enseñanza de hoy es que todo es cuestión de actitud. Como dice el dicho, se atrapan más abejas con miel que con hiel; hay veces que es mejor retirarse y no seguir el juego a los provocadores, no se trata de rebajarse e insultar sino demostrar la diferencia que nos distingue.

Además mis querid@s changoonguer@s, insisto en seguir la Ética de la reciprocidad: Traten a los demás como les gustaría ser tratad@s.

Y les presento a Chabela, ¿a poco no tiene carita de «no rompo un plato»?

Twitter: @ann_hiellow

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