STAFF/ Margarita Arreola
Vasco de Quiroga es para Michoacán un símbolo de identidad y cohesión social, por el sentido humanista que tuvo para introducir sus conocimientos en tierras michoacanas, fue el primer obispo y actualmente está en proceso para convertirse en santo.
«Quiero expresar a la gran comunidad católica como a las autoridades eclesiásticas mis mejores deseos en el proceso de beatificación del Primer Obispo Michoacano», puntualizó el gobernador Silvano Aureoles.
Michoacán ahora se debe a lo que sembró Don Vasco, proceso de beatificación continuará y sin duda se tendrá «un santo michoacano», expresó Silvano.
Finalizó su discurso señalando que había que honrar a uno de los padres más querido de Michoacán: “¡Que Viva Don Vasco! ¡Que viva Michoacán, y que viva México!”.
Al término del discurso se colocó una ofrenda floral en la plaza edificada en su honor, otra ofrenda fue puesta en el Museo de Artes y Oficios, perteneciente al INAH, y por último en el mausoleo de la basílica de Nuestra Señora de la Salud, conmemorando así el 454 Aniversario Luctuoso de Tata Vasco.
