SOFTNEWS

Dicotomía

Por Luis Fabián Fuentes Cortés

El reloj marcaba las 4:00 am. Ella no podía dormir, tomar decisiones de ese tipo no era fácil. El frío calaba hasta los huesos. La azotea era el único lugar de la casa donde podía permanecer sola sin que nadie la molestara. Pasaban miles de cosas por su cabeza. Había llegado a un momento decisivo. Escoger entre dos personas. Se preguntaba si debió enamorarse. Eso era complicado, la cabeza y el corazón no llegaban a acuerdos. Tenía que marcar un teléfono y dar respuestas, pero la respuesta no era clara. ¿Noviazgo? ¿Compromiso? ¿Sumar tiempo era sumar amor?… Tenía un compromiso, una formalidad, era lo razonable. Una vida y un correr de vida contra un romance del cual no estaba segura. El cerebro decía lo seguro, lo estable… el corazón apelaba al riesgo, a la aventura, a sus sentimientos. Sin importar lo que decidiera alguien saldría herido.

Cada mañana me despierto y pienso que es más importante, dedicarnos a la difusión del conocimiento o a crearlo. Como futuro investigador me preocupa que el nivel de conocimiento científico de la sociedad rebase el ver los documentales de Discovery Chanel, que sea algo más cercano a la banda y que pueda ser algo útil y no solo el dato curioso. Crear formas de comunicación que eviten que caigan en manos de charlatanes que venden magnetoterapias, psicomagia, las frases torpes de Deepak Chopra sobre la Física Cuántica, alienígenas ancestrales y otras tonterías pseudocientíficas.  Lo complicado es pensar que es más importante: generar conocimiento o dedicarse a la difusión del mismo.

Ella piensa en lo que es cada uno. El primero es el tiempo, casi cinco años en una relación estable, eventuales subidas y bajadas controladas. Alguna promesa frustrada de matrimonio. Un futuro más o menos asegurado y definido. El segundo es la poesía, el arte, pero aun no es claro que será de él. No llevan mucho tiempo de conocerse y la estabilidad se ve comprometida por ser una relación clandestina.

Dedicarnos a la investigación en su estado puro asegura la estabilidad laboral. La onda en nuestro país en el área de investigación es la generación de artículos, obtener resultados publicables que solo serán leídos por otros investigadores del área. Ganar los bonos por productividad. Lo otro es más romántico, no existen muchos programas ni recompensas que fomenten el bajar el lenguaje de la ciencia para la población común. Tampoco hay muchos canales que nos permitan contrarrestar a los charlatanes de la tele. Jaime Maussan tiene a Televisa que le da más de dos horas a la semana para contar mentiras, History Chanel transmite documentales sobre aliens y profecías las veinticuatro horas y son presentados con bombo y platillo, además de formas altamente atractivas al público. Los científicos reales apenas y tienen un espacio en los noticieros. Esto lleva al dilema de dedicarse a generar o a difundir.

El frío ataca más fuerte que antes, es hora de tomar una decisión. Toma el teléfono y marca un número:

– Hola… solo llamo para decir adiós…

About the author

About the author

Nací en Zamora el primero de enero de 1982. Diría que soy el típico capricornio, pero no creo en tonterías. Mi vida académica me ha llevado a varias partes del país: Guadalajara, Querétaro, la Ciudad de México, Guanajuato, Salamanca y Morelia. Estudié Ingeniería en Industrias Alimentarias en el Tecnológico de Zamora, la maestría en Ingeniería Mecánica en la UMSNH, institución donde actualmente estudio el doctorado en Ingeniería Química. Profesionalmente, he sido consultor de algunas empresas y docente. Estoy casado con la ciencia y la tecnología, pero me gusta ser infiel y a veces me escapo y le pongo el cuerno con la música, la poesía y la Filosofía. En ocasiones he sido activista político, cuando la causa me convence, afortunadamente mi disciplina y ética no me da para pertenecer a ningún partido político.

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas  y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like y comparte!

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba