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Diario De Un Foráneo – Dos De Octubre, Que No Se Olvide

Tlatelolco, 1968… 52 años hace que alguien silenció las voces que hoy más que nunca se hacen escuchar en todo México

By: Mariano Bolaños

“¿Escuchas a la gente cantar? ¿Cantando una canción de hombres enojados? Es la música de un pueblo que no volverán a ser esclavos” – Los Miserables.

Este viernes se cumplen 52 años desde aquél día en el que la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco se tiñó de rojo, tras la orden del presidente mexicano en turno de abrir fuego a jóvenes estudiantes.

¿La razón? Se manifestaban exigiendo entre otras cosas, la libertad a presos políticos, desaparición de cuerpos policiacos y destitución de mandos represores… ¿Les suena a algo parecido?

Durante la masacre que fue ejecutada por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, las balas de los infiltrados en la manifestación no sólo fueron dirigidas a estudiantes, pues intelectuales, profesores, amas de casa y más personas también sumaron su voz, enojo y exigencia a las autoridades… Y también a ellos los silenciaron.

Es impresionante el descaro con el que el responsable de quitarle la vida a decenas de personas, es aplaudido por la clase política luego de reconocer que él fue la razón de esta represión.

“2 De Octubre No Se Olvida… Ni Perdón Ni Olvido”, son las consignas que año con año se gritan por las calles y plazas, recordando lo que tristemente, ya no debería de pasar.

Y la verdad es que sí, el 2 de Octubre no se olvida, pero tampoco se nos debería olvidar que normalistas, feministas, grupos LGBT, familiares de niños con cáncer, trabajadores, grupos vulnerables y tantas personas más, han recorrido las mismas calles, plazas y avenidas en busca de justicia, apoyos, un alto a los abusos y al mar gobierno.

No, no se nos debe olvidar que no sólo son los incontables muertos aquél día en Tlatelolco (de los cuales algunos nunca se supieron sus nombres siquiera), no se nos debe olvidar que tras 52 años, todavía muchas de estas causas legítimas continúan sin resolverse.

No puedo generalizar en todas las causas sociales y luchas, pues me declaro completamente ignorante de algunas de ellas sin poder conocer a fondo sus motivaciones y fines últimos, pero la gran mayoría de las protestas, marchas, manifestaciones y concentraciones son totalmente legítimas.

Cada uno de ellos vive una realidad distinta, sufre diversos males y está sufriendo injusticias diferentes a las que tú vives… La empatía, además de facilitarles su calvario, será como una mano en el hombro que de maneras que a veces ni nos imaginamos, les dirá a todos ellos “no estás sol@”.

Estamos a poco más de medio siglo de que una represión callara algunas voces de forma brutal, pero la realidad es que lejos de apagar esa hambre y sed de justicia, hoy el pueblo calla cada vez menos… Y eso, no se olvida.

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