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Despojo de Censuras…ADICCIÓN O NECESIDAD: Una línea de estabilidad emocional

by: Psic. Liz Gómez

Te ha sucedido que observas a personas cercanas o incluso tu mismo pasando gran cantidad de horas en la red, ya sea en diversas aplicaciones que incluyen redes sociales, juegos o programas que proporcionan diversos tipo de entretenimiento o cuestiones laborales. Se puede decir que existe una necesitad actual del ser humano, pero el problema no radica en que funja como necesidad, sino que pase a ser adicción, asumiendo que solo un porcentaje muy pequeño de la población acepta cuando tiene un problema adictivo. Pensemos cuántas personas verdaderamente asumen que tienen un problema con el internet.

Saber que se tiene un problema a veces no es suficiente para poner un límite ante el internet y sus múltiples aplicaciones, sino el problema mayor radica en aceptar que se tiene una adicción. Una adicción se le domina a cualquier cosa, situación, acción o pensamiento que se realiza de forma constante y que no se puede controlar, mediar y detener, sino que por el contrario, invade la realización de las actividades diarias que implican las rutinas y los hábitos, además provoca ansiedad a causa de que se adviene una preocupación excesiva por el ¿qué estará pasando? Es decir, por el futuro. Y ahí vienen ideas irracionales que justifican la necesidad de hacer, de revisar, comentar, jugar, de publicar o de descargar.

Saber que se tiene una adicción a algo implica tener características como: ir aumentado la cantidad de consumo o uso de algo; si necesitas mayor cantidad de tiempo para sentirte satisfecho al estar realizando cierta actividad y tener cierta actitud o hábito; si has intentado controlar el tiempo de uso pero finalmente te controla a ti, estarte comparando con otras personas para justificar que ellos pasan más tiempo en la red que tú, eso solo es un pretexto para no aceptar tu problema; cuando personas cercanas a ti te mencionan que tienes un problema con el uso y la frecuencia; cuando hablas más con otras personas por redes sociales que en persona; si empiezas a dejar de emitir reacciones físicas ante las emociones y solo las piensas, por ejemplo, ves o te escriben algo chistoso y respondes con un “jajaja” pero en tu cara no existe ninguna sonrisa, entonces ya estás pensando la emoción y no la estas sintiendo, pues piensas que te da risa y simplemente lo escribes; si limitas las actividades que antes te resultaban gratificantes por estar más tiempo en internet o redes; dejas de hacer los deberes diarios que tienes en casa, en el trabajo u otro, y por supuesto la negación a aceptar que tienes alguna de las características anteriores.

Desafortunadamente en la actualidad el internet en muchos casos tiene el papel de niñera segura que implica poco gasto inicial pero mucha consecuencia a futuro. Para los padres de familia es una forma de distraer a los hijos, de mantenerlos ocupados y bajo control, sin embargo, cuando ven los estragos de la poca convivencia, del poco contacto con emociones, de la falta de comunicación asertiva se empiezan a preocupar, pero para ese momento ya ha pasado suficiente tiempo donde la gran mayoría de los integrantes de la familia tienen un problema en sus relaciones interpersonales y no saben cómo erradicarlo, por ende, rasgos de una familia disfuncional.

En cuanto a los adultos, en muchos casos implica la relación con el trabajo, en algunos momentos muy cierto y en otros un gran pretexto para disfrazar una adicción. Cabe señalar que personas que llevan trabajo a casa y más aún por medio del internet de manera frecuente, es darse cuenta que tienen un grave problema en poner límites para su bienestar personal, para diferenciar el trabajo del descanso y comprender que cuando se pasa la línea del tiempo laboral adecuado, se ha pasado la línea de estabilidad emocional y respeto hacia la propia integridad. Es cierto que en momentos habrá situaciones de urgencia que atender, pero es muy importante diferenciar lo que urge de lo que puede esperar. Por otro lado, si se usa como único medio de distracción y contacto con los demás, entonces valdría la pena revisar qué situaciones a nivel personal están provocando baja autoestima, poca realización personal y dificultad para mostrarse frente a los demás.

Tener un problema con el internet implicará cambios importantes a nivel emocional que se caracterizan por descansar menos y eso genera una actitud más antipática durante el día; irritabilidad cuando se te interrumpe o se te niega el acceso, incluso en las labores diarias; se pasa el tiempo y no alcanzas a comer, dormir, o llegas tarde a los compromisos; hay dolores de espalda, dolores musculares en las manos y vista cansada, por el uso excesivo; alteración cerebral en las conexiones entre neuronas a causa del cansancio colosal, y claro, dificultades para sostener relaciones interpersonales estables a causa de la falta de atención y prioridades en sus necesidades.

Hacer uso excesivo de redes o internet no te hace más importante, moderno o libre, sino que te convierte en alguien débil de fácil manipulación y esclavo de otro, tener un problema de adicción no es un delito, es un problema de salud que requiere de atención en aspectos personales para entender la necesidad inconsciente de buscar el aislamiento y negarse como un ser social, hacer uso del internet debe ser visto como un puente y recurso para crecer y desarrollarse a nivel profesional e intelectual, en algunos momentos para superación emocional gracias a la infinita información de ayuda que se puede encontrar, pero no para llevar una vida personal en búsqueda de aceptación artificial y una fantasía de la vida que se tiene.

Nos vemos pronto con más palabras democráticas para el placer y la conciencia.

Liz Gómez, psicóloga, psicoanalista

fiel creyente de que en la oscuridad es

donde encontrarás más luz y conciencia.

 

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