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Delincuencia investigadora (¿Acaso escuché bien?) // By Camila Cienfuegos

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Por Camila Cienfuegos (La ingeniosa señorita May)

No sé si escuché bien pero… se podría decir que la investigación que llevó a encontrar el cuerpo sin vida y calcinado del periodista Salvador Adame Pardo, no fue producto de la investigación realizada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, tampoco por la PGR ni Ejército o gendarmes. Según el procurador estatal, Martín Godoy Castro, serían presuntos criminales los que investigaron y supieron antes el paradero de los restos de Adame, así como de los hechores del crimen y las razones de su muerte anteriormente que la propia autoridad… al menos es lo que se le entendió al fiscal durante su conferencia de prensa de ayer lunes en Casa de Gobierno.

Muy puntuales llegaron los reporteros y corresponsales a la cita. La conferencia de prensa pintaba harto importante, por eso no fue presentada por quien es enlace de comunicación de la Procuraduría, sino por la mismísima coordinadora de Comunicación Social del gobierno estatal, Julieta López.

En el estrado, estaba Martín Godoy, secundado por el coordinador de Fiscalías Regiones, Marco Nava, así como del coordinador de Servicios Periciales, Pedro Gutiérrez (que portaba una corbata idéntica a la de su jefe), quienes más que servidores públicos, parecían ser los escoltas de un nervioso procurador que ante los medios, dejaría entrever que no sería pues el gobierno el investigador, sino un presunto pillo de nombre Daniel Rubio, a quien sus cuates llaman el Cabezas, quien antes de ser detenido junto con Ignacio Rentería, alias el Cenizo, logró indagar y resolver el crimen.

Incluso supo que un colega conocido como Chano Peña, sería el ejecutor de Adame.

Es sabido que entre criminales se conocen muchas cosas, lo que le facilitaría la investigación a Rubio. La razón que inspiró al Cabezas a localizar a Salvador Adame fue la fraternal relación que ambos se tenían desde la infancia (lo llamaba primo). Las investigaciones –dijo el procurador- indican que el propio Adame sería criado desde pequeño por la mamá del Cabezas, quien a su vez, al conocer del secuestro del periodista, se dio a la tarea de investigar por su cuenta…supongo que entre conocidos del negocio (el Cenizo), así como con la competencia (el Chano).

Podríamos decir en resumen, según el procurador, que gracias al Cabezas, se supo quién asesinó a Adame y por qué lo asesinó, además de que el criminal sabía antes que la autoridad que el cuerpo del periodista fue arrojado en un lugar llamado Barranca del Diablo.

“No hay pillo sin suerte”, versa el dicho popular, y es la suerte que seguramente esperaban las autoridades locales para encontrar al periodista desaparecido desde el 18 de mayo. Es la suerte de toparse con un pez gordo que tras su detención, les puso todo sobre la mesa…peladito y en la boca.

Ahora sabemos, según el criminal de marras al que el procurador hace referencia, que el móvil del crimen fue por problemas de tipo personal con el Chano.

 

DOS COSAS:

  1. Entre malandros se sabe todo.
  2. El Cabezas salió re buen investigador.

 

 

¡Excelente martes para todoooooooooooos!

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