STAFF / Marco Antonio Duarte Aguilar
La niña Alondra Díaz fue entregada por su padre Reynaldo Díaz a autoridades judiciales del occidental estado mexicano de Michoacán, para que la reintegren con su madre Dorotea García, quien la buscó por ocho años.
Con la restitución de Alondra quedó cerrado el escándalo del pasado 16 de abril, cuando policías de la Agencia de Investigación Criminal, adscritos a la Interpol, sustrajeron a la niña Alondra Luna de una escuela del estado de Guanajuato, al ser confundida con la hija de Dorotea García.
Alondra Luna, por orden de Cinthia Elodia Mercado, titular del Juzgado Primero de lo Civil, con sede en el municipio de Los Reyes, Michoacán, fue trasladada a Houston, Texas, donde exámenes genéticos revelaron la equivocación.
Gustavo Luna y Susana Meza, padres de Alondra Luna, acusaron a la juez de haberles negado el derecho de demostrar que eran los legítimos progenitores, por lo que el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán (STJEM) anunció una investigación exhaustiva del caso.
Alondra Luna regresó después de cuatro días con sus padres a Guanajuato, pero el caso sirvió para que Reinaldo Díaz accediera a entregar este lunes a Alondra Díaz a la jueza Cinthia Elodia Mercado, a través de su abuela Victoria Barragán.
La jueza ordenó realizar una audiencia en la que participaron sus familiares maternos, pero fue hasta poco después de las 20:00 horas de este lunes cuando Alondra Díaz fue puesta a disposición del Gobierno de Michoacán.
La menor quedará por 24 horas bajo la custodia de la Procuraduría de la Defensa del Menor, en espera de que su mamá Dorotea García arribe a Michoacán este martes, procedente de Houston, Texas.
Reynaldo Díaz salió de Estados Unidos con Alondra cuando ella tenía cuatro años de edad, luego de separarse de Dorotea García y al conocer que las autoridades norteamericanas le dieron la custodia de la menor a la mujer.
Padre e hija vivieron en distintos puntos de México, hasta que se establecieron en el poblado de Buenavista, cerca de municipio de Tlajomulco de Zúñiga, en el estado de Jalisco, colindante con Michoacán.
El padre de Alondra Díaz trabajó vendiendo paletas de hielo y arreglando lavadoras de ropa, para pagar la renta de su casa, la alimentación y los estudios de la menor.
Durante ocho años, la madre de la menor la buscó por distintos puntos de México, confundiendo a su hija con Alondra Luna, pues ambas niñas tienen una cicatriz en el rostro. Autoridades no revelaron si continúan vigentes los cargos de sustracción de la menor en contra de Reynaldo Díaz.
