Consejos para los candidatos.
Recomendaciones.
Que no gasten tanto en elecciones y en armas, y gasten más en medicinas y producir alimentos.
Que no ganen tanto las autoridades y ganen un poco más los trabajadores.
Que se preparen bien los que se van a casar y no se divorcien ni abandonen a los hijos.
Que valoren más el amor, la fidelidad, el perdón y la generosidad, y no sean soberbios, avariciosos y codos.
Que haya más justicia en las leyes y paguemos por igual pequeños propietarios, comunidades indígenas y ejidatarios, y no se privilegien a unos y amuelen a otros con los apoyos.
Que no se olviden que la verdad de la religión consiste en asistir a las viudas y los huérfanos y liberarnos de este mundo corrupto.
Y algunas reflexiones para todos, candidatos o no, todos somos seres humanos:
Ayudar al pobre es caridad; ayudar al rico es orgullo.
Ningún placer es mejor que el placer de dar y Él da pronto dos veces.
Donde no hay caridad no puede haber justicia. Esto lo dijo San Agustín.
Felicidad no es necesitar de ella, es vivir cada momento sintiéndola. Ésta es de Séneca.
Donde los palacios son magníficos, los campos están pobres y los graneros vacíos.
La libertad es como el agua, se nota hasta que hace falta.
A los pobres los socorren los pobres, pocas veces los ricos.
No es la riqueza sino la tranquilidad y el trabajo lo que da la felicidad. Además, creemos merecer la felicidad plena y ¿qué hacemos para obtenerla?
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