El final se acerca
Por Fernando Juárez “El Sargento”
Acabamos de pasar una semana donde toda la gente inundó con publicaciones referente al eclipse lunar, después lo abarrotaron con mensajes anunciando la luna color rojo sangre, posteriormente con memes del enmascarado de plata y publicaciones de una cursilería extrema haciendo referencia al viernes santo y la pasión.
Por si fuera poco que se nos muere García Márquez, situación que destrozó a Rafa Márquez y toda la gente mandando tuitazos y publicaciones despidiéndose como si lo hubieran leído y finalmente anuncios del temblor que sacudió a la Ciudad de México, que fue un poquito de más de 7 grados y era un aviso de que Tenochtitlan se hundiría por fin.
Todo esto a mí no hizo más que incomodarme pues soy de esa raza que prefiere mantenerse neutral ante los acontecimientos relevantes del Feis, ajeno, aislado, sumiéndome en la depresión viendo los interminables documentales y ciclos de películas donde se nos cuenta la vida, obra y peripecias del buen brother Jesús.
Recordando que mi Atlante se va para la segunda división, pensé en aprovechar que el sábado se abre la gloria y se supone que entras directo al cielo sin tener que pasar por migración y ni te revisan las maletas.
La primera opción fue el corte de venas, pero por esta colonia bicicletera todos son muy religiosos y ningún comercio abrió por lo tanto no había donde surtirme aunque sea con un cúter, además que desmadre eso de dejar embarradas todas las paredes de sangre.
La siguiente opción fue morir poéticamente ahorcado, dejando una nota dirigida a la directiva del Atlante culpándolos de mi decisión, pero al salir a buscar una tlapalería me di cuenta que ya están dejando de existir, además de que ya todo es chino y un buen mexicano debe morir con una reata fabricada por artesanos nacionales, por lo tanto se canceló mi idea.
La otra manera de dejar esta vida matraca fue morir ahogado, pero con lo cara que sale el agua en el Reino de Mancera y con el desabasto tan cabrón se me hizo un poco injusto eso de contaminar una pileta entera nada más por mandar una mensaje a la Federación de Futbol y entonces fue una idea más que se tuvo que descartar por cuestiones de logística .
Mi última salida era aventarme como Juan Escutia procurando atravesármele a algún vehículo, pero como estamos en puente la ciudad esta vacía y como son días santos los coches te dan el paso y los microbuseros hasta te dicen el buenos días.
En resumen, no pude por cuestiones ajenas a mi control y voluntad, pero quien sabe en unos dos meses cuando por fin me caiga el veinte completamente de la ausencia del Potro de Hierro.
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